Luego de la polémica desatada por las denuncias de efectos adversos asociados a la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca, que obligaron a que este gigante farmacéutico admitiera que el biológico puede causar “complicaciones raras”, en las últimas horas se conoció que la compañía dejaría de comercializarlo en Europa. Se espera que la medida se extienda en cuestión de días a todo el mundo.

Y aunque el laboratorio inglés adujo que esta decisión se tomó debido a las pocas ventas de la vacuna, medios en Reino Unido apuntan a que la compañía no tenía otro camino, luego de que se conocieran decenas de casos de víctimas que aseguran haber sufrido efectos adversos graves, asociados a trombosis, tras aplicarse la vacuna.

Vacuna contra covid-19 de Oxford y AstraZeneca. (Imagen ilustrativa).

Por ello, la histórica decisión de AstraZeneca de retirar su vacuna anticovid fue celebrada por las víctimas en ese país de un efecto secundario extremadamente raro, pero fatal. Varias de ellas, en declaraciones recogidas por DailyMail, expresaron su satisfacción y dijeron que “significa que nadie más sufrirá esta terrible reacción adversa”.

La vacuna del titán farmacéutico, alguna vez anunciada como un “triunfo para la ciencia británica”, ha sido objeto de un intenso escrutinio en los últimos meses tras hacerse pública una complicación muy rara que causa trombos sanguíneos y recuentos bajos de plaquetas en sangre. Esta situación se ha relacionado con al menos 81 muertes, solo en el Reino Unido, así como con cientos de heridos graves.

La vacuna, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford , ya no se puede utilizar en la Unión Europea después de que la empresa retirara voluntariamente su “autorización de comercialización”, que entra en vigor desde este miércoles 8 de mayo.

De acuerdo con Daily Mail, se presentarán solicitudes similares para retirar la vacuna en otros países que la habían aprobado previamente, incluido el Reino Unido, donde se administraron alrededor de 50 millones de dosis.

La retirada de AstraZeneca se produce meses después de que admitiera en documentos legales en altos tribunales que su vacuna puede provocar la reacción de trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS).

Uno de los que buscan compensación por las lesiones relacionadas con la vacuna de AstraZeneca es Jamie Scott, padre de dos hijos e ingeniero informático. El hombre quedó con una lesión cerebral permanente luego de un trombo de sangre y una hemorragia en el cerebro. Todo ello tras recibir la vacuna en abril de 2021. El hombre de 47 años no ha podido trabajar desde entonces.

Jamie Scott, una de las víctimas de la vacuna contra el covid de AstraZéneca. | Foto: Daily Mail

Su esposa, Kate, sostuvo que “el hecho de que la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca ya no se use en el Reino Unido o Europa, y pronto en el resto del mundo, significa que nadie más sufrirá esta terrible reacción adversa”.

La pareja de Scott, con quien tiene dos hijos, no cree que la retirada del biológico obedezca a razones comerciales, como esgrimió el laboratorio, “pero tal vez sea porque ya no se considera que esté dentro de los parámetros de seguridad aceptables”.

Scott, de 47 años, calificó ante el Daily Telegraph como buena noticia que se deje de comercializar la vacuna, “pero siempre desearé que las hubieran detenido en el Reino Unido después de un solo caso, como hicieron en otros países. Se podrían haber salvado más vidas y yo no estaría sufriendo como estoy”.

En la actualidad unas 51 familias emprendieron acciones legales contra el titán farmacéutico y argumentan que su vacuna “defectuosa” fue la culpable de sus lesiones y la muerte de sus seres queridos. Pero los abogados de las víctimas argumentan que es posible que nunca se conozca el número real de personas afectadas por la rara pero devastadora complicación del TTS.

Sarah Moore, socia del bufete de abogados Leigh Day, dijo al Daily Mail que “los criterios sobre lo que constituye TTS en realidad no se publicaron y pusieron a disposición de la comunidad clínica hasta principios de marzo de 2021”.

Añadió que, como la complicación solo se detectó cuando la vacuna comenzó a administrarse a personas más jóvenes, los casos en personas mayores podrían haber pasado desapercibidos, ya que pueden haber sido confundidos con problemas relacionados con covid-19 u otros problemas de salud.

“Es posible que nunca sepamos si hubo otras lesiones que podrían haber estado relacionadas con la vacuna antes de marzo de 2021″, sostuvo.