La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Lo ideal es tenerla en 120/80 mm Hg, pero cuando los niveles de presión arterial están por debajo de 90/60 mm Hg hablamos de hipotensión.
Esta baja de presión puede generarse por diversas razones, y en la mayoría de los casos no es motivo de preocupación. Sin embargo, puede ser un indicador de algún problema de salud.
Para el doctor Luis Moya Jiménez, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, “la hipotensión puede causar mareos, desmayo, fatiga, náusea, vómito, somnolencia, visión borrosa, debilidad, desmayo y puede, incluso, en ocasiones bajar tanto la presión que no nos llegue sangre al corazón, al cerebro y ser delicado”.
En estos casos, el especialista recomienda subir los pies más arriba de la cabecera para que la sangre llegue rápidamente al cerebro y al corazón y de esta manera normalizar la presión, tomar una bebida caliente y comunicarle al médico por qué pasó esto.
Algunas de las causas de la tensión baja están relacionadas con el embarazo, con problemas cardíacos, con la deshidratación o con alguna infección grave en el cuerpo lo que puede ocasionar una baja de la tensión arterial, también el consumo de medicamentos como diuréticos, antidepresivos, etc.
Siga estos consejos para controlar la hipotensión:
1. Beba la cantidad de agua necesaria: Ingerir al menos dos litros diarios ayudará a la tensión a mantenerse en valores normales, especialmente si hace calor o práctica ejercicio.
2. Reduzca o elimine el consumo de alcohol: Además de deshidratar el organismo, esta bebida afecta el ritmo cardíaco y baja la tensión.
3. Tome cafeína, pero con precaución: Desayunar café o té bajo recomendación médica podría ser beneficioso para la salud, pero deben evitarse durante el día, ya que su organismo se acostumbrará a la cafeína y lo volverá menos sensible.
4. Tome alimentos con sal: Su médico le puede indicar que incremente algo la ingesta de sal en la dieta. Por ejemplo, puede consumir embutidos bajos en grasa como el pavo, quesos curados o alimentos en conserva como las aceitunas o los pepinillos.
5. Modere el consumo de los carbohidratos: Su dieta debe ser equilibrada y rica en frutas y verduras, pero también baja en carbohidratos. Por ello, evite el consumo de alimentos como el arroz, la pasta y el pan. Si es diabético, es importante que antes de cualquier ajuste sea su médico el que evalúe la nueva dieta.
6. Evite los periodos en ayunas: Realice cinco comidas al día y coma en porciones pequeñas. De esta manera, evitará que su tensión arterial descienda de manera brusca tras las comidas.
7. Evite los posibles desencadenantes: Por ejemplo, las duchas calientes, los lugares calurosos o húmedos, permanecer demasiado tiempo de pie o incorporarse bruscamente tras haber estado sentado o acostado.
8. Levántese lentamente: En la cama, por ejemplo, es útil primero sentarse con los pies colgando por fuera y esperar un minuto, moviendo suavemente las piernas, antes de incorporarse por completo.
9. Si nota síntomas de hipotensión, acuéstese y ponga las piernas en alto: Mantenerse en esta posición durante algunos minutos estimulará el flujo de sangre y permitirá que el oxígeno llegue mejor a su cuerpo, especialmente, al cerebro y al corazón. En caso de permanecer mucho tiempo de pie, procura mover las piernas de vez en cuando o haz contracciones de los músculos de estas, aunque estés inmóvil.
10. Practique ejercicio de manera regular: De treinta a sesenta minutos de actividad física al día le ayudarán a elevar su ritmo cardíaco, al igual que realizar ejercicios de resistencia dos o tres días a la semana. No lo haga si se presenta calor y/o humedad en el ambiente.