Unas declaraciones de la ministra de Salud, Carolina Corcho, han causado molestias entre los profesionales médicos del país, pues los responsabilizó de incrementar los gastos de dicho sistema de salud.
“Cada prestador de servicios va a tener una junta autorreguladora. Junta autorreguladora de médicos, donde los médicos vamos a vigilar a los demás médicos. El problema fiscal de este sistema no son los alcaldes y gobernadores, son los médicos. Porque el médico puede disparar el gasto público si manda de todo; el médico induce el nivel de demanda en el nivel primario”, sostuvo la jefa de la cartera de Salud durante una intervención en un foro con las sociedades científicas y las asociaciones médicas del país.
El fragmento de las declaraciones se ha vuelto viral en las redes sociales y ha causado una ola de críticas dentro del gremio médico. Además de que les atribuyó una responsabilidad fiscal, lo cierto es que hay una propuesta de fondo que ha generado un debate entre los propios médicos: ¿es adecuado instalar juntas médicas que permitan la autorregulación dentro del sistema de salud?
Diego Rosselli, doctor y profesor de Economía de la Salud de la Universidad Javeriana, consideró que las declaraciones de la ministra Corcho fueron desafortunadas.
“Los colegas han recibido muy mal esa expresión, un poco imprudente la ministra. Me recordó cuando el exministro de Salud Alejandro Gaviria se refirió al ‘Cartel de los especialistas’, pero yo creo que la grandísima mayoría de los médicos no está prescribiendo medicamentos o intervenciones que no consideren necesarias, lo que pasa es que no se les puede ofrecer todo lo que es posible a todos los pacientes, eso es inviable”, explicó Rosselli.
El académico explicó que en Colombia ya hay algunos métodos de autorregulación, como la creación de guías de práctica clínica, que buscan limitar el abuso de medicamentos y exámenes durante las consultas médicas. No obstante, señaló que parte del problema es que muchos médicos no han acudido a estas guías y, debido a que existe la autonomía médica, pueden prescindir de ellas.
También detalló que existen procesos de auditoría dentro de las EPS que tienen auditores (muchos de ellos médicos) dedicados a revisar los procedimientos y medicamentos que prescriben los médicos.
Rosselli, sin embargo, advirtió que es común que las auditorías no tengan mucha legitimidad dentro del gremio médico, debido a que consideran que esos mecanismos están dedicados a negar procedimientos que en ocasiones pueden ser importantes para los pacientes argumentando el ahorro de costos.
Eso sí, el profesor universitario indicó que reemplazar esas auditorías por juntas médicas, como plantea la ministra Corcho, no tiene mucho futuro.
“Seguramente no va a funcionar. Falta, y ella misma lo admitió, el estudio de la factibilidad financiera de la propuesta por parte del Ministerio de Hacienda, que espero que tenga los expertos necesarios para hacer la evaluación y considerar si eso es sostenible. Pero la impresión de la mayoría de los que trabajamos en el tema es que eso no va a funcionar”, concluyó Rosselli.
De otro lado, Rubén Contreras, expresidente de la Asociación Colombiana de Neumología, señaló que no considera que la propuesta de la ministra sea pertinente.
“Nosotros no necesitamos estar más auditados, por el contrario, necesitamos que el Gobierno nos dé y nos facilite todos los elementos para el buen trato y el buen manejo de los pacientes”, aseveró Contreras.
Señaló que esto implica que esto incluye tener acceso a equipos médicos y métodos diagnósticos con el fin de que haya un equilibrio entre las solicitudes de exámenes y el uso adecuado de esas herramientas. Sostuvo que esto les permitiría darles la atención que los pacientes requieren y garantizaría el buen ejercicio de su labor profesional.
“Por el contrario, sentimos que estamos siendo atacados en nuestro buen nombre y en nuestra ética”, puntualizó Contreras.
Y advirtió que, sin embargo, sí es importante tener en cuenta los costos que tiene el sistema de salud. En esa medida, advirtió que en la actualidad ya hay recomendaciones médicas que se hacen con respecto a situaciones específicas, como los conceptos que se emiten dentro de las asociaciones de galenos.
Para citar un ejemplo, indicó que ya se emiten recomendaciones frente al tratamiento que se les debe dar a los pacientes que padecen enfermedades que requieren fármacos o tecnologías sanitarias de alto costo.
Su posición es secundada por otros profesionales médicos, quienes también argumentan que la creación de estas juntas médicas podría dar lugar a conflictos dentro de los mismos profesionales de salud.
¿Habría discordia entre los médicos?
“Las decisiones médicas deben estar basadas en la evidencia científica, no en el consenso de las ‘juntas médicas’; a esa discusión se deben agregar las guías de práctica clínica que permitan consensos nacionales. Lo demás va derivar en injusticias y conflictos”, argumentó a través de su cuenta de Twitter Juan Pablo Sánchez, médico cirujano y especialista en Gerencia de la Salud.
Además, indicó que esto podría llevar al deterioro de la relación entre médicos y pacientes, algo que la ministra Corcho ha dicho que quiere fortalecer con su propuesta de reforma a la salud.
“La autonomía médica debe respetarse por encima de los intereses económicos que esboza la ministra de Salud, Carolina Corcho. El aporte del personal de salud a la sostenibilidad del sistema debe ser la autorregulación y el ejercicio de la medicina basada en la evidencia”, concluyó Sánchez.
Hay, sin embargo, algunas asociaciones médicas que están respaldando la propuesta de la ministra, pues consideran que estas juntas podrían convertirse en actores importantes dentro del sistema de salud.
“La innovación en el terreno de la medicina, tanto en dispositivos médicos como en medicamentos, marcha a gran velocidad y así mismo los costos. Muchas veces esos nuevos medicamentos y dispositivos no representan un beneficio significativo para el paciente, pero sí son, en términos de costos, muy onerosos para el sistema”, explicó Jorge Iván Posada, integrante de la junta directiva de la Asociación Médica Sindical Colombiana seccional Antioquia (Asmedas).
Posada también consideró que son los médicos los que deben componer esas juntas, debido a que no tienen intereses económicos y pueden vigilar la adherencia de otros profesionales a las guías de práctica clínica.
Y descartó que haya un enfoque punitivo en las juntas médicas propuestas por la ministra Corcho. “La junta no tiene capacidades sancionatorias, simplemente es una asesor académico. Fundamentalmente, su papel es de una asesoría académica para tratar que lo que se prescriba sea costo-efectivo y tenga una racionalidad soportada en la evidencia científica”, concluyó Posada.
Y recordó que, como mencionó la ministra Corcho, el médico es el primer eslabón para regular el costo de los servicios de salud y, en esa medida, debe “apropiarse” de esa responsabilidad.