Los ojos de las autoridades sanitarias de todo el mundo están sobre el virus de Oropouche. En Colombia, el Instituto Nacional de Salud (INS) indicó que mantiene estricta vigilancia frente a los 87 casos que se han reportado en el país.
Las infecciones han sido detectadas en Amazonas, Caquetá y Meta. Aunque la cifra se mantiene relativamente baja, los entes competentes no bajan la guardia.
La situación generada por el Oropouche es crítica principalmente en Brasil, donde se han reportado cerca de 7.000 casos, siendo el territorio más golpeado por el virus en la región. De hecho, la creciente en los casos y los fallecimientos registrados hasta el momento llevaron a que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitiera una alerta epidemiológica para reforzar la vigilancia e implementar el diagnóstico del virus.
Transmitida a través de los jejenes (mosca de arena) y mosquitos, la fiebre de Oropouche fue detectada por primera vez en Brasil en 1960, en la sangre de un oso perezoso. Desde entonces, se contabilizaron otros casos, principalmente en la región amazónica, así como en otros países de América Latina.
La enfermedad tiene síntomas parecidos a los del dengue, aunque más leves. Esta similitud insta a que las personas con sospecha de haber adquirido el virus informen a los centros de salud y se sometan a exámenes oportunamente. Según el INS, en lo corrido de 2024 y con corte al mes de julio, ha procesado 1.279 muestras de enfermedad febril por dengue, provenientes de 19 departamentos.
Los síntomas del Oropouche incluyen aparición repentina de fiebre, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, dolores y molestias. En algunos casos también puede presentarse fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes. Por lo general, los síntomas pueden durar de cinco a siete días.
La OPS indicó que, aunque la fiebre de Oropouche se ha descrito históricamente como leve, su expansión y la detección de casos más graves “subrayan la necesidad de una mayor vigilancia y caracterización de posibles manifestaciones más severas”. En especial si se tiene en cuenta que, en julio, Brasil reportó la investigación de casos de transmisión de mujeres embarazadas al feto.
El organismo recomendó a los países de la región que refuercen la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico de laboratorio, en particular para identificar situaciones fatales y severas, y posibles incidencias de transmisión vertical. Además, instó a ampliar las campañas de prevención y fortalecer las acciones de vigilancia entomológica y de control vectorial para reducir las poblaciones de mosquitos y jejenes.
¿Cómo protegerse del Oropouche?
Para controlar el Orov, la OPS insta a los países de la región a implementar medidas de prevención y control de vectores. Para ello, sugiere fortalecer la vigilancia entomológica, reducir las poblaciones de mosquitos y otros insectos transmisores y educar a la población sobre medidas de protección personal, especialmente a las embarazadas, para prevenir picaduras.
Entre las acciones recomendadas por la OPS figuran:
- Proteger las viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas.
- Usar ropa que cubra piernas y brazos, especialmente en hogares donde haya personas enfermas.
- Aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o icaridina.
- Utilizar mosquiteros en camas o muebles donde descansen las personas.