El médico internista y coordinador del equipo de salud de la Cooperación Europea de Salud Global, Juan Garay, ha asegurado que “la crisis climática es la tercera guerra mundial” que causa “tres veces más muertes que el total de muertes de las guerras del siglo XX”, aunque esta vez “las armas son las emisiones y la forma de vida”.
“Sin atender la salud de nuestra madre Tierra, nuestra salud nunca va a estar bien. Solo por el aumento de la temperatura habrá 220 millones de muertes en este siglo”, ha declarado durante su intervención en la Jornada 60 años de MédicosMundi sobre ‘Salud global y cambio climático’, celebrada este miércoles.
Así, Garay ha señalado que “la salud es un buen termómetro de cómo el cambio climático está restando vida y matando gente, más que cualquier guerra o enfermedad”.
En este sentido, ha incidido en que “es necesaria una acción internacional”, para lo que “la gobernanza pública tendría que ser mucho más ambiciosa”. “Donde veo la gran esperanza es en la gente, en la conciencia. No confío en que la respuesta internacional vaya a ser de la escala y el tiempo que necesitamos. Esto es demasiado serio para dejarlo en manos de los políticos. Tenemos que tratar de emitir menos de una tonelada de carbono por persona al año, ahora los europeos emitimos siete toneladas al año”, ha afirmado.
“Los compromisos internacionales son mucho menores de lo que es necesario para revertir el desastre climático y natural, es más la conciencia colectiva la que debe cambiar las políticas que al revés”, ha añadido Garay.
Asimismo, el especialista ha explicado: “El sistema de salud tiene que cambiar hacia una promoción de formas de vida saludables para las personas y para el planeta” y, con eso, “se disminuiría muchísimo el gasto médico y se tendría un excedente enorme de ingresos de PIB y de patrimonio”.
Por su parte, la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, ha advertido que “la crisis climática es una crisis de salud global que tiene un efecto devastador en la salud”.
“El cambio climático está teniendo un efecto muy negativo y devastador en nuestra salud con enfermedades por vectores, enfermedades no transmisibles, las olas de calor, etc. El sistema de salud tiene que reformarse y adaptarse a lo que tenemos encima. Necesitamos que los sistemas sanitarios se adapten a las necesidades del siglo XXI, incluyendo adaptación al cambio climático, que sean más resilientes, que se adapten y que sean low carbon”, ha detallado Neira.
La experta de la OMS también ha recalcado que “el planeta está dejando de proveer cosas esenciales para sobrevivir” como el agua potable o el aire limpio para respirar. Por este motivo, ha incidido en la importancia de “apostar por la transición a las energías limpias”, así como por “un mejor diálogo entre los sistemas de salud”.
Entre las medidas necesarias para abordar los efectos de esta crisis climática, María Neira ha destacado el acceso al agua potable, la electricidad limpia para los centros de salud y un sistema de producción de alimentos “mucho más sostenible que evite el 30 por ciento de la destrucción de alimentos” de manera que “las desigualdades que está abriendo todavía más el cambio climático puedan reducirse”.