La ingesta de vitaminas es clave para cuidar la salud del organismo. Estos nutrientes, que se obtienen a través de la alimentación, son determinantes para la prevención de enfermedades, especialmente las que tienen características crónicas como la diabetes, presión arterial elevada y hasta cáncer.

Uno de los padecimientos que con frecuencia puede afectar a las personas es la anemia. Este padecimiento se desarrolla cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos. Cuando una persona enfrenta esta enfermedad, su cuerpo no obtiene suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno, lo que hace que se sienta cansada o débil. También puede tener dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza o latidos cardíacos irregulares.

Según National Heart Lung and Blood Institute, la anemia leve es frecuente y puede desarrollarse en cualquier persona, pero también es posible que sea crónica, lo que significa que dura mucho tiempo y en ocasiones nunca desaparece por completo. Algunos tipos de esta enfermedad son heredados.

Si bien la anemia más frecuente se presenta por la falta de hierro, también es posible que su aparición esté relacionada con la deficiencia de algunas vitaminas como la B2 o riboflavina. Esta es una vitamina hidrosoluble, lo cual significa que no se almacena en el cuerpo, pues sus excesos se expulsan a través de la orina. Esta es una razón de peso para consumirlas de manera regular.

Las vitaminas y minerales son clave para prevenir afecciones como la anemia. | Foto: Getty Images

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que este nutriente es importante para el crecimiento del cuerpo y ayuda en la producción de glóbulos rojos y en la liberación de energía de las proteínas.

Es posible que se tenga una carencia de riboflavina si no se absorbe mediante los alimentos que se consumen o si se padece de ciertas enfermedades o trastornos hormonales.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aseguran que la deficiencia de esta vitamina en el organismo causa trastornos en la piel, ulceraciones en las comisuras de la boca, labios hinchados y agrietados, caída del cabello, dolor de garganta, trastornos hepáticos y problemas del sistema reproductivo y del nervioso, además de anemia si hay una carencia grave.

“La carencia grave de riboflavina a largo plazo hace que disminuya la cantidad de glóbulos rojos (anemia), lo cual causa debilidad y cansancio. También opaca el cristalino (aparecen las cataratas), lo que afecta el sentido de la vista”, precisa la mencionada fuente.

Los productos lácteos contienen vitamina B2. | Foto: Getty Images

¿Cómo se obtiene?

Los siguientes alimentos suministran riboflavina en la dieta:

  • Productos lácteos.
  • Huevos.
  • Hortalizas de hoja verde.
  • Carnes magras.
  • Vísceras, como hígado o riñón.
  • Legumbres.
  • Leche.
  • Nueces.

Los panes y los cereales con frecuencia vienen enriquecidos o fortificados con riboflavina. Enriquecidos significa que se le ha agregado la vitamina al alimento.

Los expertos aseguran que la exposición a la luz destruye la riboflavina, por lo que los alimentos que la contengan no deben almacenarse en recipientes transparentes que se encuentren expuestos a la luz.

Las nueces son de los alimentos que se deben consumir para obtener vitamina B2. | Foto: 4kodiak

¿Quiénes tienen dificultad para obtener la vitamina B2?

Hay personas que tienen más dificultades que otras para absorber la riboflavina en la cantidad que necesitan y entre ellas están:

  • Atletas que son vegetarianos (en especial, los vegetarianos más estrictos que no consumen productos lácteos ni huevos).
  • Embarazadas y las mujeres en período de lactancia, así como sus bebés.
  • Personas veganas.
  • Personas que no consumen productos lácteos.
  • Personas con algún trastorno genético llamado deficiencia del transportador de riboflavina. Esta afección impide que el cuerpo absorba y utilice la riboflavina de la manera apropiada, lo cual conduce a la carencia del mencionado nutriente.

Referencias:

National Heart, Lung and Blood Institute

Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos

National Institutes of Health