Para nadie es un secreto que el sistema o aparato respiratorio es uno de los más importantes del cuerpo humano. Se compone por una red compleja de órganos que trabajan entre sí para poder oxigenar el organismo a través de un proceso muy conocido, la respiración. Sin la respiración, no se podría vivir.
La gripe o el resfriado común es una de las enfermedades más comunes que afectan, de forma leve, al sistema respiratorio. Si esta no se cuida o se trata de manera adecuada, puede terminar provocando bronquitis o neumonía, otros trastornos respiratorios. Los pulmones son los órganos centrales del aparato en cuestión.
“El aparato respiratorio está formado por las vías aéreas y por los pulmones. A través de las vías aéreas el aire circula en dirección a los pulmones y es en estos órganos donde se realiza el intercambio de gases.
En las vías aéreas diferenciamos la vía aérea superior, que va desde la nariz y la boca hasta las cuerdas vocales, e incluye la faringe y la laringe, y la vía aérea inferior, formada por la tráquea, los bronquios y sus ramificaciones en el interior de los pulmones, los bronquiolos”, precisa el sitio web Salud Castilla y León.
“La tráquea es el tubo que va desde la laringe a los bronquios principales. Estos, a su vez, penetran en el interior de cada pulmón y se van dividiendo en ramas más pequeñas (bronquiolos). Finalmente a medida que se introducen en los pulmones terminan en unas bolsas o sacos denominados alveolos.
En las paredes de la tráquea y los bronquios más gruesos hay varias capas que de fuera adentro son el cartílago, que le da estructura y consistencia, una capa muscular y una cubierta más interna, que es la mucosa”, agrega.
Mantener un estilo de vida saludable, en el que se lleva una dieta sana y se hace ejercicio con regularidad, ayuda a tener fuerte el sistema o aparato respiratorio. Otra de las enfermedades que afecta al mismo es el asma, el cual puede ser crónico o agudo.
Fumar es uno de los hábitos que más perjudica al sistema respiratorio. De hecho, aumenta el riesgo de padecer una enfermedad como el cáncer de pulmón. Este es el tipo de cáncer que más causa muertes a nivel mundial.
Dejar de fumar o no hacerle previene, en gran medida, el surgimiento de este tipo de cáncer. Son muchos los factores que pueden provocar dificultades respiratorias. Incluso, uno de ellos es la falta o carencia de una vitamina en especial. Se trata de la vitamina B12.
“La carencia de esta vitamina da lugar a anemia, lo que a su vez provoca palidez, debilidad, fatiga y, si es grave, dificultad respiratoria y mareos. Un déficit grave de vitamina B12 puede provocar un daño neurológico y, en consecuencia, ocasionar hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos y los pies, debilidad muscular, pérdida de reflejos, dificultad para caminar, confusión y demencia”, afirma el portal especializado Manual MSD.
También dice que “el diagnóstico de la deficiencia de vitamina B12 se basa en análisis de sangre. Los síntomas debidos a la anemia remiten ingiriendo dosis altas de suplementos de vitamina B12. Pueden persistir los síntomas provocados por el daño neurológico y la demencia en las personas mayores”.
Vitamina B12
Como bien se puede notar, este nutriente pertenece a la familia de las vitaminas B. También se le conoce como cianocobalamina. Es de tipo hidrosoluble, por lo que no se almacena en los tejidos del cuerpo. Es muy relevante para el metabolismo.