Durante la etapa del envejecimiento se suelen diagnosticar diversas enfermedades, varias de ellas repercuten en la salud del cerebro, afectando la movilidad, el pensamiento y la memoria de los pacientes Uno de esos padecimientos es conocido como alzhéimer.

El alzhéimer es una enfermedad que suele ser diagnosticada en las personas luego de los 65 años de edad. Su memoria a corto plazo se ve directamente afectada olvidando lo que hicieron hace minutos o incluso dejando de recordar quienes son las personas de su núcleo familia, también olvidan a los individuos que han vivido con ellos toda la vida.

Con el paso del tiempo y el avance de la enfermedad, las personas van olvidando todo a su paso, desde comer, controlar esfínteres, vestirse, bañarse etc. Es por esto, que estos pacientes requieren de un acompañamiento permanente bien sea por un profesional de la salud como un enfermero o por un familiar.

Lo anterior sucede porque las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas, según explica la biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.

Varios estudios han mencionado que algunas patologías que surgen en los ojos pueden alertar al paciente o al profesional de la salud de la llegada inminente del alzhéimer. | Foto: GettyImages

La ciencia con el paso de los años ha buscado determinar las causas de esta enfermedad o lo que podría aumentar el riesgo de padecerla, con el fin de generar mecanismos de concientización en los pacientes para evitar que sean menos los pacientes diagnosticados con alzhéimer.

En medio de las investigaciones se ha logrado determinar que las personas que llevan una vida sedentaria y que no se alimentan de manera sana y abusan de la comida chatarra, de productos grasos y ultraprocesados tienen mayor riesgo de padecer algún tipo de demencia u otros padecimientos.

La Vida Lucida portal especializado en temas de salud, bienestar y cuidado personal mencionó que una investigación que se llevó a cabo durante 15 años y que fue publicada en el trascurso de este año (2023) logro determinar que hay una posible conexión entre la deficiencia de flavonoides y la pérdida de memoria relacionada con la edad.

El estudio se centró en los flavanoles, un tipo específico de flavonoides también conocidos como flavan-3-oles, esto ya que a lo largo de los años se ha podido determinar que dichos compuestos cumplen un papel fundamental y repercuten de manera directa en la salud del cerebro.

La alcachofa es rica en agua, fibras y flavonoides. | Foto: Foto: Getty Images.

Dentro de los flavanoles están incluidos la epicatequina y la galocatequina compuestos que han demostrado ser cruciales para proteger la salud del cerebro y la memoria, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos se encuentran en alimentos como el té, el chocolate y las bayas.

Aparte de los flavanoles están los flavonoides los cuales también desempeñan una importante función en la salud del cerebro. “La quercetina, por ejemplo, ha sido estudiada por sus efectos potenciales en la prevención y el tratamiento de diversas afecciones, incluida la presión arterial alta, la obesidad, el síndrome metabólico, la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), la gota y los trastornos del estado de ánimo”.

Los ácidos grasos como el omega-3 y el ácido docosahexaenoico, pueden favorecer el desarrollo del cerebro. | Foto: Getty Images

El compuesto antes mencionado se encuentra de manera natural en las cebollas, las manzanas y las bayas. Otro flavonoide relevante es el kaempferol, el cual está presente en alimentos como el brócoli, las espinacas y el té, por ende ha sido objeto de estudios científicos por sus posibles beneficios en la salud cerebral.

Para concluir es importante mencionar que estos nutrientes son esenciales para promover la buena salud del cerebro y prevenir diversos padecimientos que surgen allí, pero para cuidar el cerbero se requiere de un conglomerado de cosas donde está incluida la alimentación, pero también la actividad física, dormir bien, mantenerse hidratado, el manejo del estrés, etc.