La ansiedad y el suicido entre los jóvenes ha venido aumentando sorprendentemente, por lo que varios especialistas están analizando las posibles causas que pueden desencadenar esta trágica decisión dentro de esta población.
Y es que en algunos países el problema de salud mental en los jóvenes es tan grave, que varias organizaciones médicas han pedido a los gobiernos que tomen cartas en el asunto con respecto al tema para evitar que sigan subiendo las cifras.
La falta de independencia, uno de los principales factores mentales
De acuerdo a los estudios realizados por el psicólogo estadounidense Peter Gray, profesor investigador de psicología y neurociencia en el Boston College, la actual crisis en la salud mental de los niños y jóvenes está relacionada con la falta de independencia ante las situaciones a las que se enfrentan cada día.
“Una de las principales causas del aumento de los trastornos mentales es la disminución de las oportunidades de los niños y adolescentes para jugar y realizar otras actividades independientes de la supervisión directa de los adultos”, asegura el profesional.
De acuerdo con sus investigaciones, el psicólogo afirma que esas actividades independientes son fundamentales para el desarrollo de los niños, ya que fomentan el bienestar al ayudar a desarrollar la resiliencia y las características mentales que les van a servir para afrontar eficazmente las tensiones que se le presenten en la vida.
Un cambio drástico en la crianza
Aunque en el artículo publicado en el número de septiembre de la revista médica Journal of Pediatric no se habla de que la falta de independencia sea la única causa de la aparición de enfermedades mentales, sí hay que darle un puesto importante dentro de esta lista.
Ante la pregunta: ¿cómo la falta de independencia puede desencadenar en intenciones de suicidio? La respuesta del especialista afirma que para que los niños desarrollen la confianza en sí mismos, deben aprender a controlar sus propias vidas y esto solo se logra cuando tienen la sensación de sentirse independientes.
Como ya no se da ese aumento gradual de independencia, los niños no se sienten capaces de resolver sus propios problemas, lo que genera ansiedad y depresión.
Es por eso que hay que volver a fomentar los juegos y las actividades independientes durante los cuales se sientan capaces de que pueden hacer cosas por sí mismos, de manera que se puedan sentir orgullosos de sí y realizados.
Al privarlos de esto, no solo se les está impidiendo que manifiesten su autonomía, sino que también se les está privando de un sentimiento de felicidad y satisfacción esenciales para la formación del carácter que les ayudan a enfrentar retos en su vida.
Y es que el especialista afirma que por lo menos en Estados Unidos, en los últimos años se ha producido un declive de la libertad ofrecida a los niños, sobre todo para jugar y explorar en actividades al aire libre.
Es decir, que en vez de salir al exterior y crear sus propios juegos, han pasado a realizar actividades controladas por adultos, por lo que no han aprendido a tomar sus propias decisiones.
Por otra parte, hay un gran énfasis en el rendimiento escolar, lo que hace que ha hecho que las jornadas sean aún más amplias.