La leche materna es el alimento natural y exclusivo que requieren los niños y niñas desde el momento de su nacimiento, ya que les suministra todos los nutrientes, vitaminas, minerales y agua que necesitan para esta etapa de su vida.
Por eso, en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la cual se conmemora la primera semana de agosto, es importante conocer cuáles son sus verdaderos beneficios de esta práctica para la salud de la niñez.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, son múltiples las ventajas que ofrece este alimento en los primeros seis meses de vida, ya que contiene proteínas y grasas necesarias para el desarrollo cerebral, así como, lacti-leucocitos y lactoferrina, sustancias que ayudan a combatir las infecciones y evitan el desarrollo de bacterias patógenas en el organismo.
En opinión de Matilde Cuttha Bolívar, docente del programa de Nutrición y Dietética de la Fundación Universitaria San Martín, la leche materna también cuenta con anticuerpos que potencian el sistema inmunológico de los lactantes, lo que evita riesgos de sufrir desnutrición, diabetes juvenil, sobrepeso y obesidad.
“El beneficio se da en doble vía porque las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario”, explicó la nutricionista.
Es por esto que, de acuerdo con las metas globales en nutrición, la OMS plantea que para el decenio comprendido entre 2015 a 2025, se debe lograr que al menos el 50 por ciento de los niños menores de seis meses de edad en el mundo, reciban leche materna como único alimento, ya que es segura, inocua y cubre todas sus necesidades nutricionales.
De allí, la necesidad de incentivar su consumo y conocer de la mano de una nutricionista y dietista, algunos de los mitos y realidades que existen en torno a esta práctica alimenticia.
1. “No todas las mujeres producen suficiente leche”
Esto es una realidad, ya que cada mujer es diferente y su organismo puede tener ciertas condiciones que le impidan generar mayor cantidad de leche. Sin embargo, existe una regla de oro a mayor succión mayor producción de leche materna, la cual se adapta a las necesidades del bebé.
2. “Los bebés necesitan leche de fórmula para estar bien”
Para la especialista, a pesar que en muchos casos se acude a los sucedáneos de la leche como alternativa para la alimentación de los bebés, estos carecen de nutrientes y anticuerpos naturales que contribuyen a su desarrollo y crecimiento óptimo. “Por ejemplo, no contienen sustancias como la lipasa, que ayuda a digerir la grasa o el factor bífido que fortalece al intestino para prevenir diarreas”, explicó la Dra. Cuttha.
3. “La lactancia materna duele”
La realidad es que la lactancia materna es una habilidad que requiere práctica y acompañamiento de un especialista para evitar molestias por fisuras del pezón, plétora y/o mastitis, entre otras.
4. “Si amamanto, no puedo trabajar ni hacer otras actividades”
Esto es un mito. Lo cierto es que amamantar puede ser compatible con cualquier trabajo y/o actividad. Hoy en día, se han habilitado espacios como las salas de lactancia que posibilitan entornos seguros y saludables para las madres y los bebés, contribuyendo así, no solo a su salud sino al fortalecimiento del vínculo emocional entre madre e hijo.
5. “La leche materna contribuye al medio ambiente”
Sin duda, esta es una práctica sostenible, dado que no genera residuos contaminantes. Según el Ministerio de Salud, la huella hídrica que genera la lactancia artificial es alta debido a q