Desde hace varios días la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) venía invitando al foro presencial y virtual ‘¿Cuál es la mejor reforma?’. El espacio, que estaba programado para este viernes 10 de marzo, duraría alrededor de una hora y contaría con la presencia de la ministra de Salud y Protección Social, Carolina Corcho, del presidente de la Andi, Bruce Mac Master, y de la vicepresidenta de salud de la Andi, Ana María Vesga.
Pero minutos antes de su inicio, con cámaras, medios y logística lista en la sede en Bogotá, se confirmó que la ministra no asistiría. La razón, una citación de último minuto a consejo de ministros.
En ese sentido, la vicepresidenta de salud, Ana María Vesga y quien es el enlace con la ministra Corcho, dijo para SEMANA que, a pesar del cambio, han mantenido una comunicación directa con la jefe de la cartera.
“Nosotros tenemos diálogo fluido con la ministra. Estaba muy animada de venir y muy agendada. Realmente es un tema de última hora por la situación de orden público que vive el país… Nosotros estamos listos para todos los espacios de conversación que requiere la reforma”, expresó Vesga.
Cabe mencionar que a pesar del cambio a último minuto, el presidente de la Asociación, Bruce Mac Master, se refirió al proceso de conversación que adelantan, a las expectativas y a las preocupaciones que tienen como empresarios.
Contexto de la noticia
Respecto al consejo de ministros extraordinario, desde Presidencia le confirmaron a este medio que están organizando los traslados hacia Montería, donde el presidente y los funcionarios de alto nivel buscarán hacerle frente a la situación de orden público de la zona.
Específicamente, varios municipios de Antioquia sufren los efectos del paro minero que ya cumple nueve días y tiene paralizadas a dos subregiones del departamento. Es más, de acuerdo con un informe del Gobierno nacional, 300.000 personas están afectadas por los bloqueos y las comunidades más lejanas tienen hambre.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, quien viajó hasta el departamento de Antioquia junto con la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad; el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, y altos mandos militares y policiales, anunciaron que a partir de este viernes 10 de marzo, la Iglesia participará en los diálogos que sostendrá el Gobierno nacional con los líderes del paro minero.
Prada también anunció que una delegación de las Naciones Unidas, representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y líderes de derechos humanos estarán presentes, e indicó que es necesario suspender los bloqueos. “Mientras persistan los bloqueos, la posibilidad de llegar a los diálogos es nula”, dijo el ministro.
A su turno, la jefe de la cartera de Medio Ambiente informó que por parte del Gobierno nacional se propondrá la realización de una mesa técnica para establecer las posibles soluciones a las peticiones e inconformidades de la comunidad.
Por su parte, el gobernador Aníbal Gaviria se solidarizó con las personas afectadas, al tiempo que lanzó un ultimátum. También se ha reportado que un grupo de ciudadanos tomó la decisión de frenarles el paso a los vehículos que tengan como destino a los municipios del Bajo Cauca y nordeste. La situación más crítica la viven en Caucasia, Nechí, El Bagre, Cáceres, Tarazá, Zaragoza, Segovia, Remedios, Vegachí y Yalí.
Además, las autoridades han alertado que la comida se está agotando y los establecimientos comerciales no tienen productos para ofrecer. Las farmacias no cuentan con suficientes medicamentos, los hospitales se quejan por la falta de pipetas de oxígeno y los colegios operan a media marcha por la alteración.
Así lo denunció el ministro del Interior, Alfonso Prada Gil, desde la ciudad de Medellín: “Estos bloqueos han venido desabasteciendo la alimentación, generando hambre en sectores rurales. La afectación a la población está siendo supremamente delicada”.
Tal como lo reveló SEMANA, aseguró que la protesta nació por la destrucción de nuevas dragas utilizadas para la minería ilegal el pasado primero de marzo, operativo que contó con el visto bueno del presidente Gustavo Petro y que enfureció al Bajo Cauca antioqueño.