Con la llegada de la pandemia y su posterior superación en la humanidad, el sector de la medicina ha tenido cambios sustancias en varias aristas, principalmente aquellas relacionadas con los avances tecnológicos, los cuales han llevado a una revolución digital en los servicios de salud.
Antes no se contemplaba ofrecer servicios como realizar consultas por video llamada, adquirir medicamentos solicitados desde WhatsApp o hacer seguimientos de vacunación de forma remota. Todos estos cambios se están dando por los avances tecnológicos que ha tenido la medicina en los últimos años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que las tecnologías digitales presentan nuevas oportunidades para abordar desafíos de los sistemas de salud, lo cual permite que proporcionen un potencial nunca antes visto pata mejorar la cobertura y calidad de los servicios. Es tal la importancia de la tecnología, que la organización creó hace un par de semanas una certificación digital con validez a nivel mundial.
La OMS anunció el 5 de junio que creará una documentación sanitaria que cuente con el certificado de vacunación por covid-19, tal y como lo hizo la Unión Europea durante la pandemia. Con esta decisión el organismo multilateral busca crear un sistema global con el que espera facilitar la movilidad global y brindar protección a los ciudadanos del mundo frente a distintas amenazas de salud pública, entre las cuales incluyó las pandemias.
La medida muestra que desde el órgano más importante a nivel mundial en materia de salud, hay una relevancia en asuntos tecnológicos. En ese orden de ideas, desde la comunidad científica le ha puesto la lupa a la salud digital.
Sebastián Benítez, médico cardiólogo y director del Consejo de Salud Digital de la Sociedad Argentina de Cardiología explicó en el simposio Liderando la Transformación Digital en Cardiología que se hace referencia a la salud digital cuando hay uso de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en los procesos de atención sanitaria. En ese orden de ideas, explica que hay varios canales de información, tales como los medios de comunicación y redes sociales.
Adicionalmente, explica que estos avances van a la vanguardia de la complejidad que plantea la salud en los tiempos actuales. Por ejemplo, la salud digital emplea inteligencia artificial, una herramienta bastante evolucionada capaz de almacenar gran cantidad de datos por medio de un algoritmo matemático que evalúa y da un resultado. Ese aspecto ha sido ampliamente manejado para la cardiología.
En ese orden de ideas, se explica que el cruce entre la salud digital y la inteligencia artificial se da en las tele consultas, las cuales han permitido a los especialistas de salud llegar a territorios de difícil acceso, sea por razones de distancia o seguridad.
A la par de estas, aparecen las tele-interconsultas, las cuales según Benítez han mejorado la comunicación entre profesionales de la salud con pacientes alejados a muchos kilómetros de distancia. Herramientas como Neuro Vascular Teams (una plataforma de consulta) están respaldadas por los aciertos que han logrado en esta materia.
Otro instrumento llamativo de la salud digital son los denominados dispositivos wearables, los cuales registran en tiempo real los horarios de sueño o detectan los latidos del corazón. Esta información en vivo puede ser vista por un especialista de salud a la par, permitiendo diagnosticar de un modo más acertado. Por ejemplo, en la actualidad existen relojes inteligentes aptos para detectar la fibrilación auricular por medio de la medición de la frecuencia auricular y la identificación de patrones irregulares en el ritmo cardíaco. Del mismo modo, las resonancias magnéticas también han sido testigo de los avances en la tecnología. Por ejemplo, hay herramientas que facilitan la adquisición de imágenes, permitiendo la reducción del tiempo de permanencia de los pacientes en los resonadores.
Igualmente, en las tomografías cardíacas la inteligencia artificial permite evaluar el flujo coronario de manera no invasiva en los pacientes. Antiguamente solo podían ser analizados mediante un cateterismo. Además, las plataformas de telemonitoreo se aplican a patologías como la insuficiencia cardíaca o la rehabilitación cardiovascular.
Estas herramientas han permitido hacer un seguimiento remoto de pacientes con afecciones clínicas por medio de un conjunto de sensores asociados a una plataforma digital que logran capturar los datos necesarios sobre el estado de salud, procesarlos y enviarlos a una central de monitoreo.