La salud de los dientes y los huesos representa una prioridad para muchas personas, sin embargo, no todas conocen a profundidad qué medidas tomar para cuidarla. En ese orden de ideas, es clave comprender aspectos básicos de estas estructuras antes de profundizar en cómo mantenerlas sanas y fuertes.

De acuerdo con información del National Institute of Health, de Estados Unidos, los dientes están cubiertos por una capa dura exterior conocida como esmalte. Ahora bien, cada día, una capa fina de bacterias llamada placa dental se forma sobre los dientes, de manera que aquí entra el primer cuidado: la limpieza.

“Las bacterias en la placa dental producen ácidos que pueden dañar los dientes y hacer que se formen huecos en el esmalte (también conocidas como caries). Cepillarse los dientes y utilizar hilo dental pueden proteger contra la caries dental, pero una vez que se forma un hueco, un dentista debe repararlo con un relleno o empaste dental para evitar más daños”, precisa la fuente consultada.

La salud de los dientes no se limita a su apariencia. | Foto: Moncherie

Respecto a los huesos, la enciclopedia médica Medline Plus reseña que ayudan al ser humano a moverse, además, le dan forma y apoyan al cuerpo.

“Son tejidos vivos que se regeneran constantemente durante su vida. Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo agrega huesos nuevos más rápido de lo que elimina los antiguos”, anota el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La recomendación básica para mantener los huesos fuertes y prevenir eventuales complicaciones -sobre todo con la edad- aborda la alimentación. Medline Plus sugiere consumir suficiente calcio y vitamina D, así como ejercitarse.

Las deficiencias de calcio y vitamina D aumentan el riesgo de padecer problemas con los huesos. | Foto: Copyright Dazeley

Calcio y vitamina D, ¿por qué son importantes para los huesos y dientes?

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés) expone en su sitio web que los huesos están compuestos en parte por sales de calcio (mezclas de calcio con otros minerales), especialmente fosfato de calcio, de manera que dicho mineral endurece y fortalece los huesos.

“Nuestros cuerpos no pueden producir calcio. Necesitamos obtenerlo de los alimentos y las bebidas que consumimos y, de ser necesario, de suplementos, para que tengamos huesos y dientes fuertes, y para mantenerlos sanos”, sostiene el NIAMS.

Vale mencionar que la función del calcio no se limita a mantener los huesos y dientes fuertes, sino que también ayuda a que los músculos, el corazón y los nervios funcionen correctamente.

Las fuentes alimenticias con mayor aporte de calcio son la leche y otros productos lácteos, como el queso y el yogur, aunque este mineral también está presente en pescados como el salmón y el atún, y verduras de hoja verde.

De igual manera, en el mercado existen suplementos de calcio, los cuales pueden ser recomendados por un doctor, si lo considera pertinente.

Los lácteos son una importante fuente de calcio. | Foto: Getty Images

Por su parte, la vitamina D ayuda a absorber el calcio que se obtiene de los alimentos. Adicionalmente, junto con este mineral, ayuda a proteger a los adultos mayores de tener osteoporosis.

La vitamina D también promueve el funcionamiento saludable de los músculos y el sistema inmunológico, un beneficio clave en vista de que unos músculos fuertes ayudan a mantener el equilibrio y a reducir el riesgo de caídas y fracturas.

El NIAMS indica que no muchos alimentos contienen vitamina. No obstante, se puede obtener a partir de algunos tipos de pescado, como la trucha, el salmón, el atún y la macarela (caballa).

El salmón tiene un alto contenido de vitamina D | Foto: Libre de derechos

Al igual que sucede con el calcio, la vitamina D también puede obtenerse a partir de suplementos o de alimentos enriquecidos con este nutriente. En todo caso, el profesional de la salud será quien decida si recurrir a la suplementación es la mejor alternativa.

En conclusión, una ingesta rica de calcio y vitamina D contribuye a mantener tanto dientes como huesos fuertes y sanos, al mismo tiempo que beneficia otros procesos en el organismo.