La felicidad y la salud son dos sustantivos abstractos. Por supuesto, el concepto que cada quien le dé puede variar. Es más, eso genera debate. Pero más allá de esas diferencias, es claro que hay sensaciones individuales que pueden “medir” qué tan feliz o saludable es un ser humano.

Antes de pasar a ese aspecto, es bueno tener en cuenta que los primeros usos de las palabras pueden unificar conceptos. Es decir, la etimología describe el primer concepto oficial de los términos, que puede transformarse con el paso de los años.

En ese sentido, el término “felicidad”, que proviene del latín, traducido al español como fortuna, placer, alegría, buena estrella o buen destino, en el caso de salud también tiene su raíz en el latín y al pasarlo a este idioma significa entero o intacto.

Las cosas así, es momento de tener en cuenta las recomendaciones del doctor Mauricio González Arias. Él, quien recientemente lanzó su libro Doctor en casa, medicina honesta contra la charlatanería, explica aspectos clave que pueden ser una buena hoja de ruta para una vida feliz y sana.

En primer lugar, se refiere a la presión arterial, que, como explica National Institute on Aging (NIH), es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes arteriales.

“No existe un factor de riesgo más desastroso que la presión arterial elevada. No la ignores y trátala de manera temprana. Si mantienes números normales, te ahorrarás un sinfín de problemas. Ten a la mano un aparato para medirla en casa y lleva un control”, escribió a través de Twitter.

Para ello es clave tener en cuenta que “la presión arterial normal para adultos se define como una presión sistólica de menos de 120 y una presión diastólica de menos de 80. Esto se indica como 120/80″, agregan desde NIH.

En ocasiones, aunque se tenga la presión arterial alta, o hipertensión, la persona puede sentirse bien. Pero la presión arterial alta, a veces llamada “el asesino silencioso”, es muy común en las personas mayores y es un problema de salud muy serio, indica NIH. | Foto: Semana

Como segundo punto, el doctor González habla del ejercicio.

“No existe otra intervención en el planeta Tierra que pueda reducir la probabilidad de múltiples enfermedades y hacerte vivir más como el ejercicio. Hazlo como si tu vida dependiera de ello. Realiza ejercicio aeróbico y de fuerza. Como sea, pero hazlo”, expresa.

Hacer ejercicio físico también es una de las recomendaciones para tener un buen cuidado de la salud mental. | Foto: Copyright (c) 2020 Adelaides/Shutterstock. No use without permission.

En tercer lugar, menciona la importancia de un peso adecuado. “Mantén un peso estable. Sobre todo entre los 30 y 60 años. Trata de evitar que crezca la grasa abdominal. Siguiendo estos consejos será muy posible”, agregó.

En detalle, señalan los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), lograr y mantener un peso saludable incluye alimentación saludable, actividad física, sueño óptimo y reducción del estrés.

Asimismo, indican que controlar el peso contribuye a la buena salud ahora y a medida que se envejece. “Por el contrario, las personas que tienen obesidad, en comparación con las que tienen un peso saludable, tienen un mayor riesgo de sufrir muchas enfermedades y afecciones graves”, agregan.

El peso, más allá de ser un número, también indica la cantidad de músculo y grasa que tiene un cuerpo. | Foto: Libre de derechos

Como cuarto punto está la alimentación. Asevera el doctor que “una dieta centrada en frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas, aceite de oliva con adición de proteínas saludables, reduce riesgo de diabetes tipo 2, enf. CV, ciertos tipos de cáncer, pólipos, y quizás, demencia. ¿Qué esperas?”.

Aquí, de acuerdo con los CDC, es fundamental entender que la alimentación saludable incluye una variedad de alimentos saludables. “Las dietas de moda pueden prometer resultados rápidos, pero estas dietas limitan la cantidad de nutrientes que ingieres, pueden ser poco saludables y tienden a fallar a largo plazo”, sostienen.

En quinto lugar, el doctor recomienda evitar el tridente maligno: “Colesterol, LDL elevado, glucosa elevada y tabaquismo. Esto lo podemos hacer con dieta y ejercicio, y si se necesita, medicinas. Pero, hacerlo es imperativo”, concluyó.