No solo se trata de vivir con sobrepeso u obesidad, sino de entender los riesgos que ello conlleva, puesto que diversos estudios han demostrado que el aumento de peso, por encima de los límites recomendados, es un factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades crónicas, lo cual indica la necesidad de ver el problema más allá de lo estético para entender el impacto real que tiene en la calidad de vida de los pacientes y de la sociedad en general.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se han triplicado en el mundo desde 19752, al mismo ritmo de las enfermedades crónicas, además de que existen diversos factores para la presencia de la obesidad y el sobrepeso, siendo algunos de los más conocidos los deficientes patrones de alimentación y la falta de actividad física.

Dichos comportamientos inciden en la acumulación excesiva de tejido adiposo, que con el tiempo puede generar complicaciones endocrinológicas, cardiovasculares y metabólicas, entre otras, que harán propensa a la persona para el desarrollo de enfermedades más complejas.

A continuación, el especialista Eder Hernández Ruiz, médico internista, explica cinco de las comorbilidades que tienen mayor asociación con la obesidad y el sobrepeso:

1. Diabetes tipo 2

La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo muy claros para la aparición de la diabetes mellitus tipo II. ya que la evidencia muestra que una persona con obesidad tiene hasta cuatro veces más riesgo de presentar diabetes comparado con una persona que tiene un peso dentro de un rango saludable.

De hecho, si una persona que vive con obesidad tiene algún otro problema, como por ejemplo una alteración de los lípidos o hipertensión arterial, tiene ocho veces más riesgo de presentar diabetes.

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de Estados Unidos, este tipo de diabetes ocurre cuando la concentración de glucosa en la sangre, también llamada azúcar en la sangre es demasiado alta, lo cual con el tiempo puede ocasionar enfermedades del corazón, derrames cerebrales, enfermedades renales, problemas oculares, daño de los nervios, entre otras afecciones.

2. Problemas cardiovasculares

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica a las enfermedades cardiovasculares en el listado de las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud, entendiendo que esta representa además un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedad cardiovascular (ECV) definida como enfermedad arterial coronaria (EAC), infarto al miocardio (IM), angina péctoris, falla cardíaca congestiva (FCC), accidente cerebrovascular (ACV), hipertensión (HTA) y fibrilación auricular.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), asegura que en los últimos años, la cantidad de muertes relacionadas con estas enfermedades ha venido en aumento. Mientras que en 2019 se presentaron 39.179 muertes, para 2020 la cifra aumentó drásticamente hasta las 46.349, y en 2021 llegó a las 51.9885.

3. Hipertensión

La hipertensión es una afección en la que cuál la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos con más fuerza de lo normal, incrementando la presión hacia las paredes de la arteria y reduciendo el flujo de sangre y oxígeno hacia el corazón.

El sobrepeso y la obesidad aumentan en dos veces la posibilidad de desarrollar hipertensión arterial, una enfermedad que incrementa de manera significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras patologías.

4. Cáncer de mama

En varios tipos de cáncer se habla de la obesidad como un factor de riesgo para su desarrollo. Para la OMS tanto la obesidad como el sobrepeso influyen en el desarrollo de algunos cánceres como el de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon. La obesidad, que impacta de manera diferente a hombres y mujeres, puede dejarlas más expuestas al cáncer de mama, el más común en el género femenino.

Diversos estudios muestran que la obesidad aumenta en un 20% el riesgo de recurrencia del cáncer de mama dependiente de hormonas en mujeres pre y posmenopáusicas y que el riesgo de la enfermedad aumenta 2,5 veces en aquellas mujeres posmenopáusicas cuyo IMC es mayor de 306.

5. Alzhéimer

Hay tres condiciones de la obesidad que predisponen a la demencia senil (que también se conoce como trastorno neurocognitivo mayor), y dentro de estas se encuentra el alzhéimer, las demencias vasculares y otras como las que se dan por falta de vitaminas, trauma craneoencefálico, y por infecciones virales.

De acuerdo con el estudio de neuroimagen multimodal, publicado en la revista científica ‘Journal of Alzheimer’s Disease Reports’, se reveló que la obesidad puede contribuir a con una mayor vulnerabilidad del tejido neural, mientras que mantener un peso saludable en la demencia leve de la enfermedad de Alzheimer, podría ayudar a preservar los tejidos y por ende la estructura cerebral6.

Frente a esto, la Dra. Sandra Núñez, vocera de La Verdad de su Peso, comentó que “En el manejo de la obesidad y el sobrepeso, la prevención es clave para evitar llegar al desarrollo de estas enfermedades crónicas. Y para ello, el manejo integral por parte de médicos y profesionales de la salud especializados es fundamental, ya que no se trata de un problema estético, sino de uno que puede estar afectando múltiples órganos y sistemas del cuerpo”.

*Con información de Dattis.