El gobierno francés les devolverá el dinero que gasten en protecciones periódicas reutilizables como ropa interior y copa menstruales a las menores de 25 años a partir de 2024, según reveló la primera ministra de ese país, Élisabeth Borne.
“Es impensable que las mujeres no puedan obtener las protecciones que necesitan”, dijo el lunes por la noche Borne a la cadena France 5, dos días antes del Día Internacional de la Mujer.
La Seguridad Social rembolsará la compra de estas protecciones en la farmacia y la medida se inscribirá en los presupuestos de 2024, detalló la jefa de gobierno centrista.
“Con este nuevo progreso social, intensificamos nuestra lucha contra la precariedad menstrual”, explicó a través de su cuente de Twitter el ministro de Salud, François Braun.
Desde el próximo 1 de enero, además, los preservativos son gratuitos para los jóvenes menores de 26 años, así como los anticonceptivos de emergencia para todas las mujeres, sin prescripción médica.
De acuerdo con el medio local News in France la falta de acceso a productos de salud e higiene menstrual afecta a cerca de dos millones de personas en territorio francés.
Desde diciembre de 2020 el gobierno del presidente Emmanuel Macron mostró preocupación por este fenómeno y anunció una inversión de alrededor de 5 millones de euros para suplir las necesidades de las ciudadanas en materia de salud menstrual durante sus cinco años de mandato.
Entre otras estrategias que había impulsado el gobierno francés estaba la creación de cerca de 1.500 puntos de distribución para elementos de protección sanitaria gratuita en los entornos de distintas universidades.
Así mismo, la legislación se transformó para solicitarles a los fabricantes de esos productos que en los envases presentarán información transparente sobre los componentes, las indicaciones de uso y algunos efectos secundarios que podrían presentarse entre las usuarias de esos elementos.
La salud menstrual recibe cada vez más atención
Francia no es, sin embargo, el país más progresista en materia de acceso a productos de salud menstrual. En Europa es Escocia el que lleva la batuta, pues en su territorio elementos como tampones y toallas sanitarias son absolutamente gratuitos.
En ese país la provisión de esos productos está a cargo de las instituciones educativas y algunos organismos estatales, que deben garantizar que todas las personas que lo necesiten puedan resolver sus necesidades de salud e higiene menstrual.
“Hay una manera muy simple de describir la pobreza de la menstruación: vas al supermercado y tienes que elegir si puedes comprar una bolsa de pasta o una caja de tampones. Es así de básico”, le dijo al medio BBC Georgie Nicholson, directora de Hey Girls, una organización sin ánimo de lucro que vela por los derechos menstruales.
“Escuchamos de muchas madres que se quedan sin su protección para el período para poder alimentar a sus hijos y usan cosas como periódicos metidos en calcetines o pan... porque son más baratos que los tampones y las toallas sanitarias”, agregó Nicholson.
La salud menstrual se ha convertido en una prioridad para distintos organismos multilaterales, que han señalado que dependiendo de cómo se aborde puede restringir los derechos de las mujeres o permitirles hacer uso pleno de su libertad y autonomía.
De hecho, en junio del año pasado la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU emitió una declaración en la cual señaló que “la salud menstrual es parte integral de los derechos a la salud sexual y reproductiva. Es un factor decisivo para la realización de todos los derechos humanos de las niñas y las mujeres, en toda su diversidad, el logro de la igualdad de género y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
*Con información de AFP