Según el Instituto Nacional del Cáncer define este padecimiento como “por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. Es posible que el cáncer comience en cualquier parte del cuerpo humano, formado por billones de células y cuando se dañan o son anormales se multiplican cuando no deberían, formando así tumores que pueden ser cancerosos o no cancerosos”.
Es por esto que según el portal médico Mayo Clinic el cáncer de mama cuenta con dos tipos “El carcinoma ductal que comienza en los tubos (conductos) que llevan leche desde la mama hasta el pezón. La mayoría de los cánceres de mama son de este tipo. También está el carcinoma lobular que comienza en partes de las mamas, llamadas lóbulos, que producen leche”.
Según se dio a conocer recientemente, un equipo del Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politécnica de Valéncia (UPV), en el este de España, y la Louisiana State University (LSU) de Estados Unidos, identificaron nuevos compuestos bioactivos de la salvia y el romero que podrían ayudar en la lucha contra el cáncer de mama.
De acuerdo con el comunicado del CSIC, los investigadores demostraron, por primera vez en modelos de cáncer de mama, las propiedades antitumorales de análogos estructurales de metabolitos naturales como el tanshinone IIA y el carnosol, compuestos de la salvia y el romero.
Dichos hallazgos sugieren el potencial de los compuestos bioactivas para el desarrollo que nuevos agentes terapéuticos contra la enfermedad: “Una de las enfermedades más comunes y mortales en mujeres en todo el mundo y que, a pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, sigue siendo difícil de tratar y con una alta tasa de mortalidad”, si lee en el comunicado.
El hallazgo fue publicado en la revista Cancers: “Ambos compuestos han mostrado actividades anticancerígenas en pruebas de laboratorio e ‘in vivo’. Sin embargo, apenas existen estudios sobre las propiedades farmacológicas de los análogos estructurales de estas moléculas”, asegura Miguel Ángel González Cardenete, investigador del CSIC en el ITQ y autor principal del trabajo.
En el estudio, los investigadores del ITQ sintetizaron análogos de tanshinone y carsonol, mediante un proceso sostenible a partir de materiales procedentes de la resina de pino, mientras, el equipo de Fátima Rivas (LSU) evaluó su actividad antitumoral en líneas celulares de cáncer de mama, incluyendo modelos de cáncer triple negativo (sin receptores hormonales de estrógeno y progesterona ni del receptor 2 del factor de crecimiento epidémico humano, HER2).
“Este subtipo de cáncer de mama es muy agresivo, de rápido desarrollo y bajas tasas de supervivencia y al carecer de los tres tipos de receptores más habituales no responden a la terapia anti-hormonal o anti-HER2 por lo que existen pocos tratamientos de quimioterapia eficaces y muy costosos”, asegura Fátima Rivas, profesora en la LSU.
En el estudio se mostró que varios de los análogos inhibieron la proliferación de células de cáncer de mama y aumentaron la muerte celular programada en concentraciones muy pequeñas y con índices de selectividad moderados respecto a células no tumorales.
“Sin embargo, se necesita seguir investigando para comprender completamente los mecanismos de acción subyacente y validar la eficacia de estos compuestos en modelos animales y ensayos clínicos antes de su posible aplicación en el tratamiento del cáncer de mama”, aseguró Miguel ángel González Cardenete.