Las investigaciones científicas para combatir el cáncer son cada vez más avanzadas y sus resultados se reflejan directamente en la calidad de vida de los pacientes, que no solo pueden acceder a mejores tratamientos, sino que pueden prevenir estos padecimientos.

Por ejemplo, el pasado 5 de octubre de 2022, se anunció que los estadounidenses Carolyn Bertozzi, Barry Sharpless y el danés Morten Medal se le fue otorgado el Premio Nobel de Química por el desarrollo de la “química clic” y la bioortogonal.

Estos tres profesionales desarrollaron un mecanismo de precisión, en donde se logra encajar moléculas que pueden llegar a beneficiar varios campos de la salud, especialmente los de la oncología.

La mayoría de las células de cáncer de páncreas tienen mutaciones en el gen KRAS que permiten un crecimiento no regulado. En esta imagen, la versión mutante y cancerígena de la proteína KRAS se tiñe de rojo en las células de cáncer de páncreas. DEREK CHENG/TUVESON LAB/CSHL, 20 (Foto de ARCHIVO) 23/6/2021 | Foto: Europa Press 2021

Esta creación permite el desarrollo de medicamentos con la capacidad de adherirse a moléculas de las membranas de las células cancerígenas y poder erradicarlas. Este campo ya está llevando a cabo investigaciones para adoptar nuevas técnicas en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.

Recientemente, se conoció el trabajo de investigación liderado por el doctor Khalid Shah, quien trabaja en la sede de Boston del Brigham and Women’s Hospital. El estudio fue publicado el pasado 4 de enero en la revista Science Translational Medicine y tenía el objetivo de hacer que las células cancerígenas pasen a convertirse en células que combatan el cáncer a través de una vacuna.

Asimismo, el diario El Colombiano indicó que para este 2023 los estudios científicos estarán enfocados en las vacunas de prevención, las vacunas terapéuticas y las terapias inmunológicas, las cuales cogen más fuerza en todo el mundo.

En esta foto de archivo tomada el 2 de marzo de 2021, una anciana recibe una dosis de la vacuna Pfizer-BioNtech Covid-19, en un centro de vacunación en Garlan, oeste de Francia. (Foto de Fred TANNEAU / AFP) | Foto: AFP or licensors

“Esta técnica que ganó el Nobel se está planteando en tumores del sistema nervioso central y es hacia allá donde nos dirigimos, hacia una medicina de precisión”, indicó la especialista Laura Isabel Varela Restrepo al mencionado medio de comunicación.

Estados Unidos le da “revisión prioritaria” a prometedor medicamento contra un tipo de cáncer agresivo

El linfoma no hodgkiniano es un tipo de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático y, debido a muchos factores, puede tener un crecimiento rápido o lento en los pacientes. Para los adultos, los principales factores de riesgo tienen que ver con ser de sexo masculino, tener una edad avanzada y tener condiciones que debiliten el sistema inmune.

Pues bien, el pasado 6 de enero, la farmacéutica suiza Roche anunció que la agencia estadounidense encargada de la regulación de medicamentos le dará prioridad de revisión al glofitamab, un nuevo tratamiento aún en estudio para ese tipo de cáncer de la sangre, sobre todo cuando se trata de formas agresivas de ese padecimiento.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) revisará el tratamiento, que ya ha sido sometido a ensayos clínicos de fase I y II para tratar a pacientes adultos, que específicamente han desarrollado linfoma de células B grandes.

Niño recibiendo una vacuna contra la gripe en la clínica. Niño pequeño recibiendo una vacuna en su brazo por un pediatra con guantes. | Foto: Getty Images

El fármaco podría ser de gran utilidad para los pacientes que ya han recibido otros tratamientos, pero han recaído o no han logrado que sus organismos reaccionen a los fármacos tradicionales, según señaló la casa farmacéutica suiza a través de un comunicado.

Se trata de una forma agresiva de linfoma no hodgkiniano y una de las formas más comunes de la enfermedad en Estados Unidos entre los pacientes adultos que están padeciendo cáncer de la sangre.

Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, este cáncer se caracteriza por crecer rápidamente “en los ganglios linfáticos y suele afectar el bazo, el hígado, la médula ósea u otros órganos. Los signos y síntomas del linfoma difuso de células B grandes son fiebre, sudores nocturnos excesivos y pérdida de peso. Estos síntomas también se llaman síntomas B”.

Para lograr diagnosticar este padecimiento, los profesionales médicos evalúan los síntomas de los pacientes y, de tener sospechas, utilizan pruebas especiales que permiten examinar el sistema linfático y otras partes del cuerpo.

De acuerdo con los datos compartidos por la farmacéutica Roche, el linfoma difuso de células B grandes representa, aproximadamente, un tercio de todos los linfomas no hodgkinianos diagnosticado.