El medicamento Lecanemab, que ha sido uno de los más prometedores en la actualidad para combatir la enfermedad del Alzhéimer, se encuentra todavía entre la duda y la gloria. Al parecer, luego de los estudios que han venido incorporando para garantizar la seguridad del fármaco, se han logrado remarcables avances, aunque también se ha alertado por dos muertes relacionadas con el análisis.
En septiembre, el tratamiento se probó en un ensayo clínico de casi 1.800 personas y redujo el deterioro cognitivo en un 27 % durante un período de 18 meses, según los primeros resultados anunciados por los fabricantes Biogen y Eisai.
“Este es el primer fármaco que se ha demostrado que no solo elimina la acumulación de una proteína llamada amiloide en el cerebro, sino que también tiene un impacto pequeño, pero estadísticamente significativo en el deterioro cognitivo en personas con enfermedad en etapa temprana”, dijo Susan Kohlhaas, de Alzhéimer’s UK, una organización con sede en Reino Unido especializada en investigación sobre demencia.
Pero los expertos advirtieron sobre la naturaleza preliminar de los resultados, que se anunciaron mediante un comunicado de prensa antes de su publicación en una revista revisada por pares, dado que las empresas aspiran a empezar a comercializar el tratamiento en enero de 2023 en Estados Unidos.
Sin embargo, este 29 de noviembre se informó sobre una segunda muerte relacionada con este fármaco, según detalló la revista Science, la víctima fue una mujer de 65 años que sufrió un derrame cerebral y posteriormente, una hemorragia. La señora estaba inscrita en el estudio de Biogen y Eisai.
Pues bien, las dos muertes relacionadas están alertando sobre el medicamento, a pesar de los buenos resultados que este ha tenido en el detener la enfermedad de deterioro cognitivo, incluso, luego de que fuera catalogado como un avance médico importante en la época.
Según reveló el medio citado, la mujer ingresó a un centro médico en Estados Unidos en el que se le diagnosticó un accidente cerebrovascular y además se buscó parar la hemorragia, sin embargo, luego de algunos días en un estado crítico falleció.
Entre tanto, Biogen ya lanzó al mercado otro medicamento para el Alzhéimer llamado Aduhelm, pero hubo una gran controversia sobre la evidencia de que funcionaba, y su aprobación llevó a tres renuncias de alto nivel en la FDA, la agencia de medicamentos de Estados Unidos.
Según una declaración de las compañías fabricantes, además de retardar el deterioro cognitivo, el nuevo tratamiento también retardó la acumulación en el cerebro de la proteína amiloide, que forma placas pegajosas y mata las células cerebrales, mismas que se producen y acumulan en las personas que padecen la enfermedad.
En medio de los resultados del ensayo, los efectos secundarios incluyeron tasas más altas de hinchazón y sangrado en el cerebro en el grupo que recibió el tratamiento en comparación con el grupo que recibió un placebo.
Tanto los grupos de tratamiento como los de placebo tenían personas de características similares, incluida una amplia gama de afecciones subyacentes. Una cuarta parte eran hispanos o afroestadounidenses.
Michel Vounatsos, quien es el director ejecutivo de Biogen, dijo que el anuncio sobre la efectividad del medicamento “da a los pacientes y sus familias la esperanza de que el lecanemab, si se aprueba, pueda retrasar potencialmente el avance de la enfermedad de Alzhéimer”.
Masud Husain, profesor de neurología en la Universidad de Oxford, dijo en un comunicado: “Si bien el resumen de los resultados ciertamente parece muy alentador, debemos ser cautelosos hasta que se nos permita revisar los datos por completo”.
“También es importante tener en cuenta que los resultados del ensayo se aplican solo a las personas con enfermedad de Alzheimer leve, no a todas las personas con la afección, y que hubo efectos secundarios importantes del medicamento, que incluyen hemorragias en el cerebro”, advirtió.
*Con información de AFP.