La discusión sobre los cambios que está proponiendo el Gobierno nacional para el sistema de salud ya se está adelantando en el Congreso. De hecho, la ministra de Salud, Carolina Corcho, ya adelantó que a finales del mes de febrero el proyecto de ley de reforma a la salud será radicado en el legislativo.
Pese a que por lo pronto no se ha conocido cuál será el texto final del articulado, la ministra Corcho y el propio presidente Gustavo Petro ya han adelantado algunos detalles de lo que incluirá. Tal vez uno de los puntos más polémicos es la desaparición de las EPS, tal y como se les conoce en la actualidad.
Tanto la ministra de Salud como el mandatario han señalado que el papel de las EPS se limita a la intermediación financiera, por lo cual están planteando que sea el Estado quien les gire los recursos directamente a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y los hospitales públicos.
Este cambio, sin embargo, ha despertado preocupación tanto en el gremio de las EPS como en varios expertos en salud pública, quienes advierten que el papel de esas empresas no solo se limita a la intermediación.
Pues bien, para mediar entre ambas posturas algunas figuras del Pacto Histórico están invitando a distintos espacios de diálogo. Una de ellas es el presidente del Senado, Roy Barreras, quien ha dejado clara su postura frente a la reforma a la salud.
De hecho, después de que circularan rumores frente a una posible oposición de Barreras a ese proyecto de ley, el senador le dijo a SEMANA que no era cierto que estuviera en desacuerdo con el articulado. “Todas las reformas serán tramitadas juiciosamente buscando el mayor consenso posible”, indicó la semana pasada.
Para socializar distintas posturas frente al proyecto que ya está cocinando el Ministerio de Salud, el senador Barreras lideró el segundo encuentro del sector salud. El evento estaba citado para este lunes 12 de diciembre y advertía que tendría la participación de “gremios, trabajadores, académicos y demás actores del sistema de salud”.
Sin embargo, hubo algunos sectores que se quejaron de la falta de inclusión que tienen estos espacios. Incluso, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, advirtió que no le permitieron ingresar al encuentro a uno de sus asesores.
El enojo de la senadora Paloma Valencia
“Estoy absolutamente indignada. Imagínense que estaba en una reunión y le dije a mi asesor, el economista Diego Suárez, que fuera al diálogo que estaba convocando la ministra Carolina Corcho organizado por el presidente del Congreso, Roy Barreras”, advirtió Valencia.
Y sostuvo que la idea era que Suárez asistiera al encuentro en su representación mientras ella llegaba. “Pues imagínense que le preguntaron: ‘¿Y usted quién es?’. Él dijo que era el asesor de Paloma Valencia y lo sacaron”, denunció Valencia.
“Este es un Gobierno que solo puede dialogar con terroristas, con narcotraficantes, con delincuentes, pero a la oposición no la dejan estar en las reuniones que supuestamente son públicas”, dijo Valencia en un video publicado en su cuenta de Twitter.
“La política oscura y escondida que pretende este gobierno sobre la reforma a la salud es ilegal. En el sector público prima la información, sólo puede ser reservado aquello que compromete la seguridad nacional”, escribió más tarde la senadora, también en su cuenta de Twitter.