El cuerpo humano está hecho en un 60 % de agua, “el cerebro se compone en un 70 % de agua, la sangre en un 80 % y los pulmones se componen en un 90 %”, de acuerdo con Usgs. Por lo que las células del organismo, se componen en su gran mayoría de este líquido vital.
Así, el consumo de agua es indispensable para tener una buena salud, dado que es necesaria para que el cuerpo tenga un funcionamiento óptimo y pueda defenderse de las enfermedades.
Por eso, es importante cuidar el tipo de agua que se consume, puesto que si se bebe agua en mal estado o en descomposición, puede causar, a quien la consume, algún tipo de infección, generando enfermedades que si no se cuidan o no se tratan bien, pueden ocasionar la muerte, debido a que por medio de este precioso líquido pueden viajar virus y bacterias que se instalan en el sistema digestivo.
Según la Organización Mundial de la Salud, si el agua que se bebe no es potable, se puede generar la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Por ello, el organismo internacional es enfático en el papel fundamental que juega el saneamiento básico que corre por cuenta de las respectivas administraciones.
La “gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas conlleva que el agua que beben cientos de millones de personas se vea peligrosamente contaminada biológica o químicamente”, indica la OMS.
La salud puede verse afectada por la “presencia natural de productos químicos, como el arsénico y el fluoruro, particularmente en aguas subterráneas. Además, en el agua para consumo humano pueden aparecer otros productos químicos, como el plomo, en cantidades elevadas como resultado de la lixiviación de componentes relacionados con el suministro de agua”.
Sobre esto, en el portal Eden Agua Pura, enfatizan en que si el agua se pone a hervir, los microorganismos mueren, al igual que las bacterias, pero -precisamente- los metales que pueda contener la misma, no se eliminan al hervirla.
Asimismo, explican que cuando el agua se hierve y al enfriarse aparece una especie de nata blanca, esta podría estar compuesta por calcio y magnesio, que se acumulan, y ello es conocido entre las personas del común como sarro. Por lo cual, es mejor beber agua que sea filtrada por algún tipo de purificador.
Los peligros
Esto, para evitar infecciones y desarrollar “estas enfermedades (dracunculosis, esquistosomiasis, amebiasis, criptosporidiosis (Crypto) y giardiasis) al ingerir o entrar en contacto con agua contaminada por ciertos parásitos”, como registran los Centos para el Control y Prevención de Enfermedades.
Allí registran que “las personas que beben agua contaminada con materia fecal que contiene la ameba Entamoeba histolytica pueden contraer disentería amébica (amebiasis). Una persona puede contraer dracunculosis al beber agua que contiene el parásito Dracunculus medinensis”.
Y si esta persona se introduce en un estanque para beber, va a contaminar el agua, prolongando el ciclo de vida de dicho parásito. Por ello, es indispensable prestar atención al agua que se consume.