El debate sobre los sellos de advertencia (que ya han empezado a implementarse en Colombia) para los alimentos que tienen excesos de azúcar, sodio o grasas trans ha provocado fuertes debates a nivel internacional.

Uno de los temas más álgidos es si realmente es una medida efectiva en materia de salud pública, pues en contraprestación obliga a distintas marcas a ajustar el diseño de sus empaques.

Pues bien, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) acaba de compartir un estudio sobre la adopción de las prácticas de etiquetado frontal de advertencia nutricional en la región.

La investigación fue realizada por expertos de la OPS y la Universidad de Nevada Reno (Estados Unidos). De acuerdo con los resultados, encontraron que implementar los sellos frontales de advertencia “puede ayudar a reducir las enfermedades no transmisibles (ENT)”. Entre otros padecimientos que podrían reducirse están las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la presión arterial alta y algunos tipos de cáncer.

“El estudio, publicado hoy en Lancet Regional Health Americas, examinó la evolución de dichas políticas en la Región de las Américas”, indicó la OPS. Según sus datos, estas medidas se están usando en países de la región como Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.

“El progreso del etiquetado nutricional frontal de advertencia en las Américas ilustra la diseminación de las mejores prácticas en la región, las cuales han demostrado mejorar la calidad nutricional de las compras y se han asociado con una mejor calidad de la dieta, que a su vez está asociada con una reducción en el riesgo de las ENT”, indicó el doctor Eric Crosbie, coautor del estudio y profesor asociado en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Nevada, Reno.

El principio de este etiquetado es, precisamente, que los consumidores puedan tomar decisiones informadas una vez van a comprar alimentos.

“Los investigadores recomendaron que los gobiernos que aún están discutiendo y esperando implementar el etiquetado frontal nutricional deben seguir tales prácticas para mejorar la aceptación y el impacto de la política para ayudar a reducir las ENT relacionadas con la mala nutrición en las Américas”, advirtió la OPS a través del comunicado público con el que anunció la publicación del estudio.

Según reza un aparte de la investigación, la evolución de las normas en el etiquetado nutricional podría también podría reducir la presencia de alimentos y bebidas ultraprocesados en las dietas de los ciudadanos.

La novela del etiquetado en Colombia

En Colombia el etiquetado frontal ha causado fuertes polémicas entre los poderes del Estado y la sociedad civil. A mediados del año pasado se aprobó la Ley de comida chatarra, que establecía precisamente cuáles debían ser los parámetros para etiquetar los alimentos altos en azúcares, grasas y sodio.

El articulado le pedía al Ministerio de Salud reglamentar los parámetros específicos de lo que se pedía “con la mayor evidencia científica disponible”. El problema era que el Ministerio de Salud había emitido una resolución (la 810) previa a la ley reglamentando el etiquetado.

Eso generó molestia entre algunos congresistas y sectores de la sociedad civil. Entre otras cosas, la resolución 810 planteaba que los sellos de advertencia debían ser circulares y no octogonales, como recomienda la OPS.

No obstante, el Ministerio de Salud cedió. Les pidió a investigadores de la Universidad de Antioquia que determinaran cuál sería el etiquetado más adecuado según la evidencia científica disponible, como lo ordenaba la ley.

Los investigadores concluyeron que, en efecto, la evidencia mostraba que los sellos debían ser octogonales. Por ello, el Ministerio de Salud anunció que ajustaría la normativa. Y les dijo a las empresas que ya habían empezado a usar sellos circulares que tenían seis meses para implementar los sellos octogonales.

Pese a todo, aún está pendiente de quedar en firme la nueva reglamentación y, por eso, le corresponde al actual Gobierno dejarla en firme. Además, el Tribunal de Cundinamarca recientemente falló a favor de Red Papaz y del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, que habían demandado al MinSalud para que implementara los sellos de advertencia octogonales.