La entidad, en un comunicado, señala que en la actualidad todos los vehículos de emergencia (ambulancias) puestos a disposición del CRUE por la Subred Integrada de Servicios de Salud Sur Occidente E.S.E., se encuentran en operación, “garantizando la atención las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.

“Para mitigar el desgaste natural o accidental de estos vehículos, se determinó un plan de mantenimiento preventivo y correctivo con el proveedor, el cual incluye un servicio técnico especializado directamente en la unidad de servicios de salud Patio Bonito Tintal, en donde se hacen las verificaciones preventivas y reparaciones menores, lo que disminuyó la frecuencia de las novedades y el envío de móviles al taller”, afirman en el comunicado.

Comunicado a la opinión pública de la Secretaría Distrital de Salud. | Foto: Captura de pantalla

Asimismo, afirmaron que los vehículos que tuvieron algunas afectaciones se repararon oportunamente por el proveedor, de tal manera que todas las móviles se pusieron en operación prontamente.

“Esta Subred no tiene conocimiento que, por fallas técnicas, se haya puesto en riesgo la vida de alguno de los pacientes que se movilizan en los vehículos de emergencia”, especifican.

Además, rechazaron que exista una “ley de silencio” que se aplique para ocultar el estado de las ambulancias y eventuales fallas en ellas. “Esta entidad, siempre que se han solicitado, ha hecho públicas de manera transparente las bitácoras de mantenimiento de estos vehículos, tanto a los órganos de control, como a los estamentos políticos y a la ciudadanía”, aseguran.

“Se invita a todos los colaboradores de la entidad para que usen los diversos canales que se tienen para que manifiesten sus opiniones, comentarios e inquietudes, y que cuentan con el absoluto respeto de su libertad de expresión y salvaguarda de la privacidad”, concluyeron.

Estas son las pruebas de la historia de una niña que murió por las fallas eléctricas de las ambulancias de Bogotá, y que la Secretaría de Salud desconoce

Las nuevas ambulancias que adquirió la Secretaría de Salud de Bogotá, en marzo de 2022, tras una inversión de 36.000 millones de pesos, están en el centro de los cuestionamientos por sus constantes fallas eléctricas. Los vehículos no estarían soportando el voltaje de todos los aditamentos que tiene que llevar una ambulancia y por eso las baterías se descargan rápido. Son tantas y tan graves las fallas de los vehículos referencia NHR que ya han cobrado la vida de varios pacientes. Algunas historias son desgarradoras.

SEMANA conoció en exclusiva, con una alta fuente del Distrito, un abrumador suceso ocurrido en Kennedy, con una niña de tan solo siete años de edad. Tras darse a conocer la noticia, la Secretaría de Salud emitió un comunicado confirmando que se han presentado fallas de tipo eléctricas en algunos de los vehículos y se puso a disposición de los entes de control. Sin embargo, dijo desconocer la historia de la menor.

SEMANA revela las pruebas del caso. El hecho ocurrió hace un poco más de seis meses, en el barrio María Paz. El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue) recibió una alerta por código blanco, es decir, por violencia sexual, y de inmediato designó una ambulancia para acudir al lugar.

Cuando el personal médico llegó a la zona, la escena que encontraron fue desconcertante. La menor había sido empalada por su padrastro, lo que le generó una ruptura en varios de sus órganos.

La niña, en la ambulancia, entró en paro cardiorrespiratorio, pero lastimosamente el vehículo presentó una falla eléctrica: al conectar el monitor de signos vitales y el succionador de sangre, la ambulancia se apagó por completo, no tuvo cómo arrancar y la niña finalmente falleció.

Al interior de la ambulancia, la escena era aterradora. Había sangre por todos lados, según imágenes en poder de este medio y que se revelan, teniendo en cuenta que la Secretaría de Salud dice desconocer el caso. “La niña hizo un shock hipovolémico por la gravedad de las heridas”, le contó uno de los paramédicos de la Secretaría de Salud a SEMANA.

Este medio se contactó con personal de Atención Prehospitalaria (APH) que atendió el caso y dio detalles de lo sucedido ese día. “Tuvimos un código blanco que denominamos violencia sexual, tuvimos una paciente empalada. Era una niña de siete años que fue empalada por su padrastro con el cabo de una pala. Al llegar al sitio, la niña estaba con una hemorragia bastante amplia, entró en parocardiorespiratorio”, relató la fuente.

Al conectar el monitor de signos vitales y el succionador de sangre, la ambulancia presentó falla eléctrica. | Foto: Cortesía a SEMANA

“La móvil se apagó, no se logró hacer un proceso de hemostasia, ni de monitoreo porque el carro se quedó sin corriente por completo, no había ni siquiera cómo salir corriendo”, agregó.

Y puntualizó: “Era una niña que perfectamente se hubiera podido llevar al hospital si hubiera tenido las condiciones óptimas en el carro, y a raíz del problema, la niña hizo deceso al interior de la ambulancia”.

SEMANA tiene en su poder el nombre de la persona que atendió el caso, pero se abstiene de publicarlo para evitar represalias en su contra.

Otro integrante del programa de Atención Prehospitalaria que hace parte de la Subred Suroccidente corroboró el caso y las fallas con la ambulancia. “Ese día la ambulancia no prendió y le echaron la culpa al conductor, porque las directivas no van a salir a reconocer que la culpa fue del vehículo”.

La alcaldesa de Bogotá entregó las ambulancias el pasado 14 de marzo | Foto: Twitter @ClaudiaLopez

De acuerdo con esta persona, “la comunidad en María Paz, al enterarse de que el carro se las había apagado, la intentaron coger contra los funcionarios que en ese momento estaban en el sitio”.

“Ese día la batería del habitáculo se dañó. Incluso mandaron unas fotos al chat en el que estamos todos, las cuales evidenciaban que las masas de las baterías estaban totalmente podridas. Las palabras del conductor en ese chat fueron: ‘No es culpa de nosotros, miren cómo están las baterías, en más de una ocasión les hemos comentado a los técnicos de la Subred para que hagan el respectivo cambio’, pero recuerdo que las directivas lo que hicieron fue enojarse y advirtieron que debían quedarse callados”, comentó la fuente.

Esas fotos y esos mensajes en el chat después fueron borrados. El grupo al que se compartió las fotos y mensajes que posteriormente fueron borrados se llama “A P.H medicalizadas”. El personal médico que atendió la situación le contó a este medio que el suceso de la niña los impactó emocionalmente.