En los últimos años, las tecnologías de escaneo, como la resonancia magnética funcional, les han permitido a los médicos y científicos observar realmente cómo funciona el cerebro cuando está procesando información: qué partes hacen determinadas actividades y qué beneficios podrían obtenerse al ejercitar diferentes áreas.
Pues bien, gracias a esto se ha podido establecer que las bromas pueden hacernos más inteligentes y saludables. Incluso hay alguna evidencia de que el sentido del humor ayuda a la especie humana a sobrevivir.
En otras palabras, expresar nuestra alegría coadyuva en diferentes procesos del organismo debido, entre otras cosas, a la segregación de endorfina, una “sustancia que posee propiedades similares a la morfina, aliviando el dolor, aportando equilibrio entre el tono vital y la depresión”, como explica el portal Maiposalud.
De hecho, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, le dio a la risa un valor importante al declararla una herramienta para eliminar energía negativa del organismo, algo que se comprobó científicamente, al establecer que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de comenzar a reír.
Las carcajadas, además de ser una expresión de alegría, ayudan a disminuir el insomnio y previenen los infartos, pues con los espasmos en el diafragma se fortalecen los pulmones y el corazón, se reduce la presión arterial, se le ofrecen beneficios al sistema inmunológico y se mejora la respiración, afirma el citado medio.
Maiposalud comenta que, “a nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión, incrementando el autoestima y la confianza en uno mismo”.
A su vez, las carcajadas hacen que las personas combatan la timidez, pues es un puente para facilitar la comunicación, además de incentivar a la creatividad.
Las endorfinas tienen un efecto analgésico, pues son péptidos o proteínas pequeñas que generan un efecto de placer y bienestar. La ausencia de ellas produce estados de depresión que pueden terminar en un desequilibrio emocional; por eso, a reír para liberar endorfinas.
El movimiento de la carcajada hace vibrar la cabeza y se despejan la nariz y el oído; también una buena sesión de risotadas facilita la digestión, pues aumenta las contracciones de los músculos abdominales.
Mayo Clinic, a su turno, resalta que este es un tema muy serio aunque parezca paradójico, pues reír viendo un programa de televisión, en una conversación, leyendo una revista o, ahora, viendo videos curiosos en las redes sociales, es una terapia para aliviar el estrés.
“La risa mejora la toma de aire con alto contenido de oxígeno; estimula el corazón, los pulmones y los músculos, y aumenta las endorfinas que se liberan en el cerebro”, resalta Mayo Clinic en su informe, el cual también menciona que las carcajadas calman la tensión y le dan al organismo una sensación agradable y relajada.
Los científicos de Mayo Clinic le atribuyen efectos a largo plazo, pues la risa hace que el organismo genere neuropéptidos tras tener un pensamiento positivo; esto se verá reflejado en una sensación positiva que aleja el estrés, el cual afecta el sistema inmunológico.
Otro aspecto a resaltar es el estado de ánimo, pues una persona que ríe tendrá empatía con otros, mantendrá una buenas relaciones y, aunque esto es más enfocado en el comportamiento social, también le dará beneficios a la salud física.
Reír genera endorfinas, dopamina, serotonina y adrenalina, hormonas que contribuyen al bienestar físico, resalta el artículo publicado por Cuidateplus, el cual también señala que es importante entender el sentido del humor de cada persona, buscar momentos de juego que terminen en risas, rodearse de personas alegres, tomar del pelo —siempre y cuando no se llegue a la ofensa a otros— y también recordar momentos que fueron placenteros.
Reír, un alimento para el cerebro
Pero, para entender por qué el humor es una especie de superalimento para el cerebro, ayuda saber lo que nuestro cerebro anhela en primer lugar. Podrías pensar que preferirían cuando nos sentamos solos en una habitación y miramos fijamente a una pared en blanco, no quemamos mucha energía haciendo eso.
Pero el cerebro es como un músculo y necesita ejercicio. ¿Qué le da al cerebro un entrenamiento? Información. Las personas que estudian el humor generalmente están de acuerdo en que la mayoría de los chistes se construyen en torno a una incongruencia, una combinación inapropiada, absurda, sorprendente o inusual de dos ideas o elementos fundamentalmente diferentes.
Por ello, debido a que el humor requiere que el cerebro procese muchos tipos distintos de información, las revelaciones divertidas activarían partes diferentes y más dispares del cerebro que las poco divertidas. Esto excitaría aún más a las neuronas, lo que llevaría a la liberación de más neurotransmisores y la activación de los centros de recompensa del cerebro.