Desde hace varios años, agentes especiales designados por la Superintendencia de Salud están a cargo de las dos instituciones hospitalarias intervenidas en Córdoba. Por esa razón -y buscando que lo que reporta desde la región, coincida con lo que está sucediendo- el superintendente de Salud, Ulahy Beltrán, visitó la zona.
“No vine a tomar una decisión frente a levantar una medida o a prorrogarla. Vine a enterarme personalmente, a constatar, a verificar. No nos fundamentamos en lo que se nos informa a veces de manera subjetiva, sino en lo que resulta verificable, para efectos de tener un panorama claro, y no simplemente opiniones”, aseguró Beltrán.
En ese sentido, el equipo nacional de la Superintendencia habló con los interventores, con los más cercanos a ellos y con los trabajadores, tanto del área administrativa como asistencial, así como con representantes de los sindicatos.
“Me asiste el deber, el derecho, también, de revisar cifras, condiciones, problemas que se vienen dando en las intervenciones, pero también evaluar el desempeño de las personas y eso es lo que hemos venido a hacer”, añadió Beltrán.
Esto sucede con el hospital San Jerónimo de Montería con el personal de salud
El 1 de febrero de 2019, la Superintendencia de Salud, en ese momento dirigida por Fabio Aristizábal Ángel, ordenó la intervención administrativa a la E.S.E Hospital San Jerónimo, de Montería.
Desde entonces y después de varias prórrogas, la institución ha estado en vigilancia y administrada por un agente interventor. El más reciente plazo para culminar dicha medida es agosto del 2023. Eso sí, el superintendente de Salud aclaró que antes de esa fecha se pueden tomar decisiones “y estas tienen que darse frente al desarrollo de la medida y frente al desempeño del interventor designado en ese hospital”.
En cuanto a deudas, desde la SuperSalud recordaron que se deben mejorar los indicadores financieros. Por ejemplo, en el caso del San Jerónimo, el 33 % de la cartera lo debe la Gobernación de Córdoba. Sobre lo restante, Beltrán López también sostuvo que se generaron acercamientos con presidentes de EPS para que concilien, honren las deudas y haya prontitud en los pagos.
Respecto a una de las situaciones que generó debate en la comunidad, la no contratación de personal que trabajaba en el hospital, el superintendente dio una explicación.
“No se puede desvincular a quien no está vinculado. Aquí lo que hay es, de acuerdo con lo que se nos ha informado, unas personas que tenían unos contratos de prestación de servicios desde hace muchos años, concretamente en el área de auxiliares de enfermería y que fueron sometidos a un proceso evaluativo donde, según la administración, se hicieron unas mediciones de su conocimiento y no resultaron ser suficientes en los términos de la evaluación que se estableció para efectos de renovarles dichos contratos”, aseguró.
La situación del Hospital Sandiego de Cereté
Desde abril de 2020, el Hospital de Cereté fue intervenido por la SuperSalud. La más reciente prórroga extendió la medida de vigilancia hasta el próximo mes de abril. Durante la visita de la Superintendencia, se expresó que para mejorar los indicadores financieros se han logrado acuerdos de pago.
“Frente a un acuerdo de pago entre Cajacopi EPS y el Hospital Sandiego de Cereté, se logró reducir el número de cuotas de 12 a 6, para que haya un impacto favorable en menor tiempo en la caja del hospital. También se dialoga con el presidente de la Nueva EPS para que haya un mejor flujo de recursos… Lo que se ha evidenciado es que los hospitales tienen la voluntad de conciliar, pero algunas EPS tienen una actitud reiterativa, crónica, de no generar conciliaciones”, afirmaron en el comunicado de la entidad.
Finalmente, no se hizo oficial ninguna decisión de prorrogar o levantar la medida de vigilancia, que busca que los dos únicos hospitales intervenidos en Córdoba, cumplan con los indicadores financieros y administrativos.