Las enfermedades están a la vuelta de la esquina. Los virus, bacterias y hongos, representan un peligro inminente para mayores, jóvenes, hombres, mujeres y niños, sin distinguir raza, ni algún otro ítem que permita clasificar a la población.

De acuerdo con Rachael Dangarembizi, un investigador de neuroinfecciones, División de Ciencias Fisiológicas, Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, “África está sufriendo una epidemia silenciosa, pero costosa, de infecciones fúngicas”.

Un sistema inmune débil facilita la adquisición de hongos. | Foto: Xinhua News Agency

El investigador ha estado “estudiando las infecciones fúngicas del cerebro durante 10 años. Descubrimos que la aparición de infecciones fúngicas mortales en la región se debe principalmente a una alta carga de infecciones por el VIH, la falta de acceso a atención médica de calidad y la falta de disponibilidad de medicamentos antimicóticos efectivos”, según registra el diario The Conversation.

El estudio titulado Amenazas fúngicas emergentes y reemergentes en África, publicado en Wiley Online Library, revela que “las infecciones fúngicas mortales en África se deben principalmente a una carga desproporcionadamente alta de infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la falta de acceso a una atención médica de calidad y la falta de disponibilidad de medicamentos antimicóticos efectivos”.

Médicos investigan las circunstancias de las enfermedades | Foto: Getty Images

Esto significa que las personas que están inmunocomprometidas (con un sistema inmune debilitado), están más expuestas a sufrir una “infección por patógenos fúngicos oportunistas como Cryptococcus neoformans y Pneumocystis jirovecii, que están asociados con una alta morbilidad, mortalidad e impactos socioeconómicos relacionados”.

Ello, se suma a otras “amenazas fúngicas emergentes incluyen Emergomyces spp., Histoplasma spp., Blastomyces spp. y Candida auris multirresistente asociada a la atención médica”.

La investigación sobre los hongos, continúa | Foto: Thomas Barwick/ Getty Images

El científico informa que los hongos no representaron un peligro para la humanidad, porque no sobreviven en cuerpos con temperaturas superiores a los 37 °C, o sea, cuando el organismo reacciona con fiebre, que es la manera en la que se defiende de cuerpos o sustancias extrañas en el interior.

Pero, revela que “cuando el sistema inmunológico está debilitado, los hongos pueden evadir las defensas del cuerpo y evitar ser detectados. Pueden generar agentes bioactivos que les ayuden a evadir o adaptarse a la respuesta inmunitaria del huésped. Algunos se adaptan para sobrevivir en ambientes hostiles, bajos en nutrientes y bajos en oxígeno”.

Laboratorio y científicos han estudiado la influencia de los hongos -(Getty) | Foto: Getty Images

Las personas cuyo sistema inmune es débil, podrían desarrollar enfermedades fúngicas. Además, que el 67 % del VIH que hay en el mundo, está en África.

Un caso de estas enfermedades es la “meningitis criptocócica, que surgió con la pandemia del VIH a fines de la década de 1980. Hoy, el África subsahariana contribuye con aproximadamente el 73 % de todos los casos y muertes a nivel mundial como resultado de la enfermedad”, según registra el investigador en The Conversation.

las personas con VIH, pueden enfermar con hongos, más que el resto de la población. | Foto: Getty Images

A esta se suma la “neumonía por Pneumocystis jirovecii. Es causada por un hongo omnipresente en el aire, Pneumocystis jirovecii, que se transmite de persona a persona. Pneumocystis difícilmente causa problemas en personas con sistemas inmunológicos saludables, pero actúan como reservorios y transmiten la infección a aquellos con sistemas inmunológicos deficientes, quienes pueden desarrollar síntomas graves que incluyen fiebre, tos seca y dificultad para respirar”.

“La neumonía por Pneumocystis jirovecii ocurre en el 15 %-20 % de los pacientes con VIH que presentan problemas respiratorios. El diagnóstico de neumonía por Pneumocystis jiroveci es costoso y requiere un laboratorio bien equipado. En las instalaciones sanitarias urbanas y rurales pobres de África, esto será un desafío”, añade.