Por primera vez en 30 años, la ciencia ha descubierto una variante que hace más lenta la progresión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en pacientes que lo tienen en su sangre.

De acuerdo con la revista Nature, este importante hallazgo puede llevar a nuevos tratamientos de la enfermedad, que cobra las vidas de 650.000 personas anualmente.

La revista científica aseguró que la cepa bien podría explicar por qué algunos pacientes de origen africano presentan por naturaleza niveles bajos del VIH cuando se infectan.

El estudio contó con unos 4.000 voluntarios de raíces africanas infectadas con VIH-1, que es la variante más común del virus. | Foto: Getty Images

Esta condición, prosiguió Nature, hace a sus portadores menos propensos a transmitir el virus a otras personas.

La variante ha sido bautizada como CHD1L y, creen los estudiosos, influencia la manera en que el virus se replica en ciertos glóbulos blancos.

Si se descifra cómo es que este gen ofrece tal protección, podría facilitar la creación de nuevas drogas para combatir el VIH, el virus que produce el sida y para el cual no hay vacuna ni cura hasta el momento.

Comprender mejor la nueva variante podría facilitar los estudios conducentes a una vacuna para prevenir el VIH. | Foto: Freepik.com

El estudio fue llevado a cabo por científicos de instituciones como la École Polytechnique Féderale de Lausanne, en Suiza, entre quienes se cuentan el profesor Jacques Fellay, quien explicó que se valieron de unos 4.000 voluntarios de raíces africanas infectadas con VIH-1, que es la variante más común del virus.

Con esta muestra, el equipo se dedicó a estudiar la traza genética que contiene el CHD1L y sus nexos con un desarrollo más lento de la infección.

Los científicos esperan acercarse a una cura contra el virus a partir del nuevo hallazgo. | Foto: Getty Images

Otro de los autores de la investigación es el profesor Manjinder Sandhu, del Imperial College London, y cree que con más de un millón de contagios de VIH al año, el camino todavía es largo en aras de luchar contra el mal, que empezó a impactar a la humanidad en los años 80.

“Todavía tenemos pendiente encontrar una vacuna para prevenir la infección y una cura. Además, algunos pacientes presentan resistencia a algunas drogas (que se usan para controlar el virus). El próximo paso es comprender ampliamente como esta variante genética controla la reproducción del VIH”, expresó Sandhu.

Paul McLaren, de la Public Heath Agency de Canada también tomó parte en el ensayo y opina que el estudio es importante porque “las poblaciones africanas aún están drásticamente poco representadas en los estudios del ADN humano, a pesar de que experimentan la más alta carga de la infección en el mundo”.

Hallar esta nueva variante en esos pacientes y ver todas sus implicaciones, ha demostrado la necesidad de mirar más hacia ese continente en materia de investigaciones sobre el VIH.

En el mundo, los contagios por el VIH empezaron a disminuir gracias a los tratamientos con antirretrovirales que controlan que el virus no se siga difundiendo en el organismo y se convierta en sida.

No obstante, a partir de 2005, se ha vuelto a observar en algunas regiones del planeta una tendencia al alza en los enfermos, lo que no deja de preocupar a los gobiernos.

De acuerdo con ONUSIDA, 85,6 millones de personas han contraído el VIH desde el comienzo de la epidemia. En 2022, 39,0 millones vivían con él en todo el mundo y 29,8 millones tuvieron acceso a la terapia antirretroviral.