Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como adultos mayores a quienes tienen más de 60 años, el envejecimiento comienza casi que desde los 18 años y se acentúa con la llegada de los 30. Lo cierto es que se puede contrarrestar mejorando algunos hábitos de la rutina diaria.
Un estudio publicado por el Departamento de Neurología de la Universidad de Stanford evidenció, tras un análisis de plasma sanguíneo practicado a 4.331 voluntarios entre los 18 y los 95 años, que las personas comienzan a envejecer a los 34. Según la investigación, los niveles de 375 proteínas pueden ayudar a predecir la edad.
Ahora bien, expertos como el doctor Felipe Buendía, médico cirujano con magíster en antienvejecimiento y estética de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en el uso de láser médico-quirúrgico de la Universidad Nacional de Colombia, plantean que el envejecimiento empieza a los 18 años, pues desde esa edad se comienza a liberar la producción de colágeno, agua, elastina, es decir, se hacen evidentes algunos cambios en el funcionamiento del organismo.
En el envejecimiento, sin embargo, también entran en juego la genética, el componente psicosocial y terapéutico.
“Si tu familia envejece rápido, lo más probable es que tú igual, y si no tienes buenos hábitos de actividad física, puedes envejecer más rápido de lo que imaginas; lo mismo si no tienes rutinas de skincare que te permitan prevenir el envejecimiento prematuro de la piel”, explicó el experto.
En ese contexto, el doctor Felipe Buendía recomendó nueve hábitos que pueden ayudar a prevenir el envejecimiento y evitar percibir la vejez como un problema:
- Mejorar la alimentación, disminuyendo el consumo de carbohidratos y moderando el consumo de frutas y verduras. Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, dado que algunos químicos terminan siendo tóxicos para el cuerpo y suelen tener altos niveles de grasa trans.
- Hacer ejercicio de 30 a 40 minutos diarios. No se sugiere más tiempo porque una actividad física demasiado prolongada produce estrés oxidativo y la liberación de radicales libres.
- Tomarse un tiempo para sí mismos en un ambiente diferente al menos una vez a la semana. El envejecimiento no solo pasa por lo físico, sino por lo mental.
- Comenzar una actividad nueva: entre los primeros síntomas de envejecimiento sobresale falta de motivación.
- A nivel de procedimientos, acudir a la toxina botulínica es una buena opción: es un medicamento que puede prevenir la aparición prematura de líneas de expresión en el tercio superior de la cara.
- La limpieza facial es clave para retirar las impurezas del medioambiente y las células muertas. Debería realizarse al menos una vez cada tres meses.
- Estimular el colágeno para mejorar la calidad de la piel: se puede hacer mediante bioestimuladores inyectados o con calor.
- Realizar una exfoliación de la piel con estimulación de colágeno, a través de un procedimiento que además ayuda a cerrar los poros y podría tener buenos resultados si se realiza cada mes y medio.
- Tener una rutina de skincare, para lo que es necesario contar con un buen limpiador, antioxidante, hidratante y bloqueador.
A nivel de intervenciones, el doctor Felipe Buendía trabaja con un método propio para prevenir el envejecimiento de la piel y que implementa en la Clínica Besens. Se trata de la técnica Diamond y consiste en colocar en los ligamentos bajo las capas de la piel pequeños puntos de anclaje con ácido hialurónico; su objetivo es rejuvenecer el rostro con equilibrio y desde la naturalidad.