Una de las preocupaciones más frecuentes de los pacientes cuando inician algún tratamiento está relacionada con la respuesta de su organismo después de tomar un medicamento específico.
Aunque por lo general se trata de síntomas leves, algunas personas pueden desarrollar complicaciones de salud graves cuando presentan alergia a los medicamentos que consumen. Vale decir que no es lo mismo tener reacciones alérgicas que presentar algunos efectos secundarios.
Esto se debe a que los efectos secundarios generalmente son reacciones esperadas en el organismo que se presentan con frecuencia en las personas que consumen un determinado fármaco, pero las alergias no son tan comunes y varían de paciente a paciente.
“La alergia a un fármaco es una reacción del sistema inmunitario a ese medicamento. Cualquier medicamento (de venta libre, con receta médica o a base de hierbas) puede provocar una alergia. Sin embargo, existen ciertos medicamentos que provocan alergia con mayor frecuencia”, explica la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Esa fuente médica advierte que en ocasiones las alergias se presentan cuando una persona prueba un medicamento por primera vez, pero también pueden aparecer después de que los fármacos han sido consumidos en varias ocasiones.
Puede suceder que la primera vez que una persona tome un medicamento los anticuerpos lo “marquen” y, en esa medida, le den la señal al sistema inmune para que reaccione una vez la sustancia vuelva a estar presente en el organismo.
“Sin embargo, es posible que no te des cuenta de la primera exposición al medicamento. Hay evidencia que indica que cantidades mínimas del medicamento en los alimentos, como los antibióticos, pueden ser suficientes para que el sistema inmunitario genere un anticuerpo contra estos”, explica la Clínica Mayo.
Y agrega que algunas reacciones alérgicas que presenta los pacientes pueden ser causadas por otros factores. Por ejemplo, hay fármacos que tienen efectos directos en los glóbulos blancos y se unen a ellos, lo cual hace que segreguen sustancias que más tarde podrían provocar una reacción alérgica.
Mientras tanto MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, advierte que algunas personas pueden desarrollar una condición médica llamada “enfermedad del suero”.
Se trata de “una forma retrasada de reacción que ocurre una semana o más después que usted estuvo expuesto a un medicamento o vacuna. Las alergias a los medicamentos también pueden asociarse con los conteos sanguíneos bajos”, sostiene MedlinePlus.
La Clínica Mayo también recuerda que hay algunos grupos de medicamentos que pueden ser más proclives a causar reacciones alérgicas en los pacientes.
Entre estos fármacos, la institución médica cita algunos antibióticos como la penicilina, algunos analgésicos como la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno, los medicamentos que se usan en tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia y algunos productos que se recetan para tratar padecimientos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide.
Estos son los síntomas de alergia a un medicamento
Los síntomas que se producen después de probar los medicamentos son la forma más sencilla para saber que una persona está teniendo una reacción alérgica. La Clínica Mayo sostiene que en la mayoría de los casos, estas reacciones se presentan en un período de una hora después de haber tomado el fármaco. No obstante, las reacciones cutáneas pueden tardar más tiempo en aparecer.
Aunque pueden variar, entre los síntomas más frecuentes causados por reacciones alérgicas a los medicamentos, la Clínica Mayo cita los siguientes:
- Sarpullido en la piel.
- Urticaria.
- Comezón.
- Fiebre.
- Hinchazón.
- Falta de aire.
- Silbido del pecho.
- Goteo de la nariz.
- Ojos llorosos y con picazón.
No obstante, hay personas que pueden presentar una reacción conocida como anafilaxia, una serie de síntomas alérgicos graves. Entre estos la Clínica Mayo menciona:
- Problemas para respirar debido a que se estrechan las vías respiratorias y la garganta.
- Náuseas o calambres abdominales.
- Vómitos o diarrea.
- Mareos o aturdimiento.
- Pulso débil y rápido.
- Descenso de la presión arterial.
- Convulsiones.
- Pérdida del conocimiento.
Vale la pena reiterar, además, que estos síntomas generalmente no están incluidos entre los efectos adversos que se encuentran en los empaques de los propios medicamentos. Así mismo, cualquier manifestación alérgica requiere de la evaluación pronta de un profesional médico.