Es bien sabido que el organismo requiere nutrientes como las vitaminas y los minerales para funcionar correctamente. A nivel general, estos provienen de los alimentos que la persona consume durante la jornada.

Sin embargo, hay escenarios en los que las personas acuden a suplementos para potenciar la ingesta de determinados nutrientes. En algunos casos, estos son recetados por el profesional de la salud, aunque la automedicación también suele ser común en este campo.

A pesar de que las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, presentar niveles demasiado altos en algunas puede derivar en ciertas complicaciones.

La hipervitaminosis D, por ejemplo, es una afección que se presenta después de tomar dosis muy altas de vitamina D.

Según describe la enciclopedia médica MedlinePlus, la causa de la hipervitaminosis D es el consumo excesivo de dicha vitamina. “Las dosis deben ser muy altas, muy por encima de lo que normalmente recetaría la mayoría de los proveedores médicos”, anota la fuente consultada.

El servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos precisa que “la cantidad diaria recomendada (CDR) para la vitamina D es entre 400 y 800 UI/día, según la edad y estado del embarazo”. No obstante, indica que para algunas personas se pueden necesitar dosis más altas, como aquellas que tienen deficiencia de esta vitamina, hipoparatiroidismo y otras afecciones.

Ahora bien, la mayoría de las personas no necesitan más de 2,000 UI de vitamina D al día. En cuanto a la toxicidad con la vitamina D, esta suele producirse solo con dosis por encima de 10,000 UI por día.

Los niveles excesivos de vitamina D pueden causar síntomas adversos. | Foto: Foto: Getty images.

Síntomas del exceso de vitamina D

Un exceso de vitamina D en el organismo puede causar un nivel anormalmente alto de calcio en la sangre, lo cual se denomina hipercalciemia. Este escenario puede dañar seriamente los riñones, los tejidos blandos y los huesos con el tiempo.

MedlinePlus detalla los síntomas asociados a la hipervitaminosis D:

  • Estreñimiento.
  • Disminución del apetito (anorexia).
  • Deshidratación.
  • Fatiga y confusión.
  • Orina frecuente.
  • Irritabilidad.
  • Debilidad muscular.
  • Vómitos.
  • Sed excesiva (polidipsia).
  • Presión arterial alta.
  • Eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria).
Las náuseas y vómitos son síntomas asociados al exceso de vitamina D. | Foto: Getty Images

En caso de presentar los síntomas relacionados previamente, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para realizar los exámenes correspondientes, establecer un diagnóstico preciso y así dar inicio al tratamiento adecuado.

¿Cómo se diagnostica el exceso de vitamina D?

La forma más precisa para diagnosticar esta afección es mediante la práctica de exámenes especializados, por ejemplo: análisis de calcio en la sangre, calcio en la orina, niveles de 25 hidroxivitamina D, niveles de 1,25 dihidroxi vitamina D, fósforo sérico y con radiografías del hueso.

En cuanto al tratamiento, el punto de inicio es suspender la ingesta de vitamina D. No obstante, en algunos casos puede que se requieran medidas adicionales.

“Los problemas de salud que se pueden presentar como resultado de tomar demasiada vitamina D durante un largo período de tiempo incluyen: deshidratación, hipercalciemia, daño renal y cálculos renales”, advierte MedlinePlus.

Para prevenir esta afección, la recomendación básica consiste en consumir suplementos de vitamina D que provengan de fuentes certificadas y confiables, así como prestar atención a la dosis correcta.

En vista de que muchos suplementos vitamínicos combinados contienen vitamina D, es clave verificar las etiquetas para saber si incluyen dicho nutriente. De esta manera, habrá menos riesgo de que la persona caiga en una hipervitaminosis D.

Los suplementos deben ser consumidos con responsabilidad y siguiendo las recomendaciones de un profesional de la salud. | Foto: Yagi Studio

¿Qué función cumple la vitamina D?

De acuerdo con la definición de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la vitamina D es un nutriente necesario para la salud, pues ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias para tener huesos fuertes.

“Junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas. Además, al cuerpo le hace falta la vitamina D para otras funciones. Los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. La vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan”, reseña el NIH.