El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es uno de los principales problemas de salud pública en la actualidad. No obstante, la ciencia médica ha avanzado lo suficiente como para reducir sus tasas de letalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En ese contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que está publicando una nueva guía científica sobre el VIH durante la decimosegunda Conferencia Internacional de la Sociedad Internacional del SIDA (IAS, por su sigla en inglés).
“La nueva guía de la OMS y una revisión sistemática de Lancet que la acompaña publicada hoy describen el papel de la supresión viral del VIH y los niveles indetectables del virus tanto para mejorar la salud individual como para detener la transmisión del VIH. La guía describe los umbrales clave de la carga viral del VIH y los enfoques para medir los niveles del virus frente a estos umbrales”, sostuvo el organismo sanitario en un comunicado de prensa.
Advirtió que algunas personas que han sido diagnosticadas con VIH consiguen un nivel indetectable del virus una vez acceden efectiva y constantemente a la terapia antirretroviral. Esto, a su vez, permite que no les transmitan el VIH a sus parejas sexuales e implica que hay un “bajo riesgo” de transmitir el virus a sus hijos de forma vertical.
“La evidencia también indica que existe un riesgo insignificante, o casi nulo, de transmitir el VIH cuando una persona tiene una carga viral del VIH inferior o igual a 1.000 copias por ml, lo que comúnmente se conoce como carga viral suprimida”, apuntó la OMS.
Por eso, destacó que la terapia antirretroviral es fundamental para mantener la salud y la calidad de vida de las personas que contraen VIH, siempre y cuando reciban un diagnóstico a tiempo. Incluso, la OMS señaló que los pacientes que tomen sus medicamentos tal y como se los prescriben los profesionales médicos podrían tener la misma esperanza de vida de las personas VIH negativas.
“Durante más de 20 años, los países de todo el mundo han confiado en las pautas basadas en evidencia de la OMS para prevenir, detectar y tratar la infección por el VIH”, aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Las nuevas directrices que publicamos hoy (23 de julio) ayudarán a los países a utilizar herramientas poderosas que tienen el potencial de transformar las vidas de millones de personas que viven con el VIH o están en riesgo de contraerlo”, agregó.
De acuerdo con las cifras oficiales de la OMS, hasta finales del año pasado, solo el 76 % de las personas que vive con VIH estaba recibiendo el tratamiento antirretroviral, lo cual implicaba que alrededor del 71 % tenía VIH suprimido.
“Esto significa que para aquellos con supresión viral su salud está bien protegida y no corren el riesgo de transmitir el VIH a otras personas. Si bien este es un progreso muy positivo para los adultos que viven con el VIH, la supresión de la carga viral en los niños que viven con el VIH es solo del 46 %, una realidad que requiere atención urgente”, indicó la OMS.
Ese organismo sanitario también mencionó algunos temas claves sobre el VIH y su interacción con otros asuntos de salud pública. Por ejemplo, indicó que dio a conocer un análisis sobre la relación del VIH y la viruela del mono (mpox).
Entre otras cosas, encontró que si bien tenían registro de 82.000 personas con mpox, solo había información sobre pruebas de VIH en unos 32.000 casos. El 52 % de esos pacientes tenía VIH.
“Entre las 16.000 personas diagnosticadas con mpox y que vivían con el VIH, alrededor de una cuarta parte (25 %) padecía una enfermedad avanzada por el VIH o inmunosupresión, lo que aumentaba el riesgo de hospitalización y muerte. Las personas que vivían con el VIH que recibían tratamiento para el VIH y tenían buena inmunidad tenían resultados de hospitalización y muerte similares a los de las personas que eran VIH negativas”, concluyó la OMS.
En esa medida, les recomendó a las autoridades sanitarias de los países integrar los programas de detección, prevención y atención de mpox en las políticas públicas que ya existen para prevenir y controlar el VIH e infecciones de transmisión sexual.