Entre el 20 y el 22 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) vienen presidiendo un congreso internacional cuyo tema principal es socializar la comercialización de productos alternativos a la leche materna. El evento se está llevando a cabo en la ciudad de Ginebra, Suiza, y contará con la participación de delegados de cerca de 130 países.
De acuerdo con un comunicado de prensa de la OMS, estos representantes “discutirán y compartirán conocimientos y estrategias para poner fin a la comercialización poco ética de sucedáneos de la leche materna”.
Asimismo, advirtió que el marco normativo que se está discutiendo fue aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) en 1981 y se conoce como Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
“Cuarenta y dos años después, las empresas elaboradoras de fórmulas lácteas continúan violando estos principios establecidos y anteponen los intereses comerciales a la salud de los niños y las familias. Resoluciones posteriores de la AMS han pedido repetidamente a los gobiernos nacionales que promulguen, supervisen y hagan cumplir las disposiciones del Código”, advirtió la OMS en su comunicado.
A su vez, consideró como “inadecuada” la respuesta que han hecho los países frente a los llamados de distintas organizaciones multilaterales para ejecutar acciones que favorezcan la lactancia materna. Por ello, el organismo sanitario consideró que se requieren regulaciones gubernamentales mucho más estrictas.
“Más del 70 % de los Estados miembros ha promulgado leyes que ponen en práctica al menos algunas de las disposiciones del Código”, aseguró Francesco Branca, quien funge como director de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.
“Pero las industrias aún se están expandiendo para impulsar una gama cada vez mayor de productos lácteos de fórmula para las familias, utilizando tácticas insidiosas para acceder a sus redes e influir en sus elecciones. Los padres tienen derecho a la información imparcial sobre la alimentación infantil, que se ve socavada activamente por la comercialización explotadora de la industria”, añadió el doctor Branca.
El evento, que se llevará a cabo durante los próximos tres días, permitirá que los países expongan los desafíos que han encontrado para implementar el Código Internacional. Además, se espera que se tracen unos “planes de trabajo” que no solo permitan fortalecer las legislaciones, sino que también permitan hacerles seguimiento e implementar acciones para mitigar la comercialización de productos sucedáneos de la leche materna.
“Si bien la mayoría de los países han promulgado al menos algunas disposiciones del Código en las leyes y reglamentos nacionales, a menudo quedan vacíos y lagunas en la legislación, lo que permite que persistan las violaciones del Código. La mayoría de los países no cuentan con sistemas activos para monitorear las prácticas de mercadeo y las disposiciones de aplicación suelen ser débiles”, sostuvo la OMS.
No obstante, saludó el hecho de que durante los últimos años varios países del mundo han logrado avances en materia de políticas de salud pública para promover la lactancia materna.
Por ejemplo, citó el caso del Gobierno de Kenia, que en 2022 pudo desarrollar regulaciones y un sistemas de monitoreo para verificar si la ley se está cumpliendo como debería. Además, indicó que tuvieron que enfrentarse al “cabildeo” de los fabricantes de alimentos.
“La OMS, Unicef y las organizaciones socias de la sociedad civil han desarrollado una variedad de herramientas para abogar por la implementación del Código, documentar el alcance de la comercialización de la leche de fórmula, evaluar las leyes actuales, desarrollar sistemas de monitoreo y fortalecer la aplicación del Código, al tiempo que trabajan para aumentar la participación de los padres”, concluyó el organismo sanitario.