La Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó una alerta epidemiológica a raíz del incremento en los casos y las muertes de chikunguña que se ha registrado en varios países de Latinoamérica.
El ente multilateral advirtió que en el transcurso del año pasado varias autoridades sanitarias nacionales habían reportado aumentos en los contagios y las defunciones de chikunguña por encima de los registros de años anteriores.
Y sostuvo que en la actualidad se está presentando “una expansión” en la prevalencia de la enfermedad en zonas donde antes no se habían reportado casos históricamente y por fuera de las regiones donde estos casos eran típicos desde 2014.
“Esta tendencia se ha mantenido durante las primeras semanas del 2023, en las que este aumento de casos y defunciones se ha hecho aún más evidente representando un comportamiento atípico”, indicó la OPS.
Para hacerle frente a esta situación, la organización multilateral les recordó a los Estados Miembros, entre los cuales está Colombia, que intensifiquen las acciones de preparación de los servicios de atención sanitarios.
Esto implica que se deben fortalecer acciones como el diagnóstico y el manejo adecuado de los enfermos en terreno, reforzar algunas acciones de prevención y hacer control vectorial (identificar los focos de contagio y atenderlos) para mitigar la expansión de la infección viral.
Una de las preocupaciones de la OPS es que los casos de chikunguña en América tuvieron un fuerte incremento durante el año pasado con respecto al 2021. Mientras que en ese año se habían reportado 137.025 casos y 12 muertes, para el 2022 las cifras subieron a 273.685 casos y 87 fallecimientos.
“En las primeras ocho semanas epidemiológicas del 2023, se notificaron 115.539 casos y 33 defunciones por chikunguña,con las tasas de incidencia más altas en Paraguay (1.128 casos por 100.000 habitantes) y Brasil (14,2 casos por 100.000 habitantes)”, sostuvo la OPS a través de su alerta epidemiológica.
El fuerte incremento en los casos despertó que se está registrando durante el año en curso despertó la inquietud del ente multilateral y su preocupación por el impacto que pueda tener este incremento en la salud pública de la región y en los servicios sanitarios de los estados miembros.
“Estos incrementos en el número de casos y defunciones por chikunguña por encima de lo notificado en los últimos años se suman a la circulación simultanea de otras arbovirosis, como dengue y Zika, impactando en la sobrecarga de los servicios asistenciales. Las tres enfermedades son transmitidas por los mismos vectores, Aedes aegypti (más prevalente) y Aedes albopictus, los cuales están presentes en casi todos los países y territorios de la Región de las Américas”, advirtió la OPS.
Entre otras cosas, señalaron que los países especialmente afectados son Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina, debido a que la circulación de la infección viral se está concentrando en esos países.
“Es muy importante para todo el hemisferio sur extremar la vigilancia y estar preparados para intensificar las acciones de prevención, control y preparación de los servicios de salud para enfrentar cualquier incremento de casos de arbovirosis en este primer semestre del 2023 y en especial de chikunguña, dada la acumulación de susceptibles después de ocho años del gran brote epidémico por esta enfermedad en 2014″, anotó la OPS.
Por último, el ente multilateral les pidió a las autoridades socializar las medidas de prevención con los pacientes afectados y sus familias. Entre otras cosas, es clave que las comunidades tengan claro que hay riesgos de transmisión y hay medidas que pueden tomarse para prevenir un incremento en las infecciones.
Por ejemplo, señalaron que es clave que los pacientes descansen bajo mosquiteros, lleven ropa de mangas larga y se apliquen repelentes con DEET, IR3535 o Icaridina.
Además, se pueden usar otras medidas para evitar la aparición de mosquitos dentro de los hogares, como instalar mallas y redes en puertas y ventanas para impedir el paso de los insectos.