La obesidad es uno de los trastornos más comunes en Colombia y en muchos países del mundo. Este estado significa pesar más de lo que es sano para una determinada estatura. Asimismo, es una enfermedad crónica y grave, y puede llevar a otros problemas de salud como, por ejemplo, la diabetes, enfermedades cardíacas y algunos cánceres, según lo explica MedlinePlus, fuente médica oficial de Estados Unidos.
Por eso, en el marco del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora el próximo sábado 4 de marzo, organizaciones de la sociedad civil como Fian Colombia y Red PaPaz, hacen un llamado al Gobierno nacional para que incluya en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, acciones encaminadas a que todos los colombianos puedan acceder a una alimentación y nutrición adecuadas.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social “en Colombia existe una prevalencia en adultos de 18 a 64 años con sobrepeso de 37,7 % y obesidad de 18,7 %, según la Encuesta Nacional de Salud Nutricional de 2015″.
“En la primera infancia, la mayor prevalencia de exceso de peso se observa en los niños (7,5 %) comparados con las niñas (5,1 %). En niños y niñas de 5 a 12 años afecta a dos de cada diez individuos (24,4 %). En adolescentes se pasó de 15,5 % en 2010 a 17,9 % en 2015. Por sexo, la mayor proporción de exceso de peso es en las mujeres adolescentes (21,1 %)”, agrega la entidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, y sumado a que solo el 54 % de los hogares en el país tiene una disponibilidad baja o incierta a alimentos y en 2015 se presentó un aumento en los niveles de desnutrición aguda en el país, particularmente de niñas, niños y adolescentes (Ensin, 2015), organizaciones de la sociedad civil proponen incorporar en el Plan Nacional de Desarrollo (PND):
- Crear ambientes alimentarios saludables a nivel nacional, departamental y municipal para la primera infancia, la niñez y la adolescencia.
- Regular las compras públicas de alimentos por parte del Estado prohibiendo los productos comestibles y bebibles ultraprocesados (PCBU), y aumentando los alimentos reales y saludables producidos en los territorios.
- Cambiar el Programa de Alimentación Escolar (PAE) creando una política pública de Estado que prohíba la entrega, publicidad, promoción y patrocinio de PCBU en los ambientes escolares y la inclusión de alimentos reales y naturales preparados en sitio.
- Desarrollar y publicar con carácter prioritario de una nueva Ensin con desagregación nacional, departamental y municipal, regulando su periodicidad cada cinco años.
- Priorizar recursos del Presupuesto General de la Nación para la instalación de bebederos de agua potable en las zonas que reportan mayores brechas de desigualdad.
- Actualizar el Decreto 1397 de 1992 de acuerdo con las últimas resoluciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el código de sucedáneos de la leche materna.
En esta línea, Juan Carlos Morales, director ejecutivo de Fian Colombia, señala que “las Bases del PND no plantean la Soberanía Alimentaria como una de las transformaciones que requiere el país para hacer frente a las dietas corporativas y al consumo de productos comestibles y bebibles ultraprocesados, que están relacionados con el aumento de la obesidad y la pérdida de la diversidad alimentaria. En ese sentido, hace un llamado a que sea incluida estructuralmente en la tercera transformación, para lo que se propone que esta se denomine derecho humano a la alimentación y soberanía alimentaria”.
A su vez, y a modo de conclusión, Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz, indicó en un comunicado que “el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, en el que por primera vez se habla del Derecho Humano a la Alimentación, es una oportunidad para avanzar en lo anterior. En este sentido, se espera que las recomendaciones expuestas por la sociedad civil sean tenidas en cuenta por el actual Gobierno para seguir aportando a la protección integral de niñas, niños y adolescentes”.