Si hay una condición médica que crece como espuma es la pérdida auditiva y con ella, la causa más importante de los desórdenes de la comunicación en la niñez y un obstáculo serio para el desarrollo psicológico, escolar y social de las personas.
Si bien su aparición va desde condiciones congénitas hasta el uso inadecuado de medicamentos, las raíces de la pérdida auditiva son variadas. Sin embargo, entre ellas destacan ciertas enfermedades que llevan consigo una mayor propensión a generar problemas de audición.
En Colombia, unos cinco millones de colombianos presentan problemas auditivos. Esto equivale al 11 % de la población del país, aunque la proporción aumenta a 14 % en la población activa entre los 25 y los 50 años.
“Hay condiciones médicas ligadas a la hipoacusia o pérdida auditiva como enfermedades genéticas o síndromes, incluso a enfermedades como la esclerosis múltiple”, afirma la audióloga y soporte clínico de MED-EL Zona Norte de América Latina, Lina Rubio.
Según la especialista, siempre que se tenga una condición médica preexistente con una enfermedad crónica que requiera el consumo de medicamentos o control metabólico de nuestro sistema general, hay que ser conscientes de que no hay un único daño. Por ejemplo, si se tienen problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes e incluso cáncer, puede haber otros efectos.
¿Cuáles son estas enfermedades más proclives a desarrollar pérdida auditiva? Hay una combinación entre causas genéticas o síndromes. Estas son algunas de ellas:
- Diabetes: las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de audición, en comparación con aquellas que no tienen la enfermedad. Aunque no existe una relación exacta, se cree que la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios en todo el cuerpo, incluyendo el oído interno, lo que puede llevar a la pérdida de audición. La pérdida de audición en personas con diabetes puede ser de tipo sensorineural.
- Otosclerosis: un crecimiento anormal del hueso en el oído medio puede interferir con la transmisión del sonido y resultar en pérdida auditiva.
- Otitis media crónica: una infección persistente en el oído medio puede causar daño a los huesos del oído y resultar en pérdida auditiva.
- Enfermedad de Ménière: se trata de un trastorno del oído interno que causa vértigo, tinnitus (zumbido en los oídos) y pérdida de audición sensorial.
- Enfermedad de Waardenburg: un trastorno genético que puede causar pérdida de audición y cambios en la pigmentación de la piel, el cabello y los ojos.
- Neuroma acústico (schwannoma vestibular): un tumor no canceroso que puede presionar el nervio auditivo y causar pérdida de audición.
- Síndrome de Pendred: es una enfermedad genética poco común que se caracteriza por la combinación de sordera neurosensorial y la presencia de bocio (agrandamiento de la glándula tiroides).
- Síndrome de Usher: es un trastorno genético que causa pérdida de audición y degeneración de la retina, lo que lleva a la ceguera.
- Síndrome de Wolfram: se trata de un trastorno metabólico raro que puede causar diabetes y pérdida de audición.
- Síndrome de Alström: Es un trastorno genético que puede resultar en obesidad, diabetes y pérdida de audición.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, la discapacidad auditiva no solo impone una carga social y económica costosa para las personas que la padecen, las familias, las comunidades y los países, sino que también aqueja a los niños porque se retrasa el desarrollo del lenguaje y las aptitudes cognoscitivas, lo que a su vez entorpece el aprovechamiento escolar.
En los adultos, las deficiencias auditivas dificultan obtener, efectuar y conservar el empleo. Es común que los niños y adultos con deficiencia auditiva sufran estigma y aislamiento social.
Por otra parte, según la entidad, las personas de escasos recursos sufren con mayor frecuencia de problemas auditivos porque no conocen las medidas preventivas o de asistencia en salud para evitar la pérdida auditiva. Las deficiencias auditivas pueden también obstaculizar la salida de la pobreza porque entorpecen el aprovechamiento escolar, el avance y progreso en el lugar de trabajo.