Las expectativas de envejecimiento globales revelan que, entre 2015 y 2030, la cantidad de personas mayores de 60 años crecerá en un 56% y llegarán a los 1.400 millones. Esto representa casi el 16,5 por ciento de la población mundial.
En el caso de Colombia, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que el aumento de la población mayor superará los 9.739.000 de personas para el año 2030. Lo que equivale al 17,5% del total país, un reto demográfico que invita a los colombianos a revisar cómo se están preparando para envejecer y adoptar prácticas de autocuidado que les aseguren una buena calidad de vida.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento es producto de una gran variedad de daños moleculares y celulares que conllevan a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales. Y es que con el avance de la edad es posible evidenciar condiciones neurodegenerativas y afectaciones en la salud mental como resultado de los factores acumulativos de las experiencias del día a día.
Y con hallazgos que incluso demuestran la relación entre la exposición prolongada a situaciones estresantes con el deterioro cognitivo y un mayor riesgo a una variedad de problemas graves de salud mental y física, incluidos los trastornos de ansiedad, depresión, enfermedades cardiovasculares, trastornos autoinmunes, la enfermedad de Alzheimer, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades del envejecimiento, además de acelerar este proceso en el cuerpo.
Mantener hábitos saludables y prácticas de autocuidado durante todas las etapas de la vida es fundamental para preservar y mantener la capacidad física y mental a largo plazo, disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, entre otras.
Esto retrasa la necesidad o dependencia de asistencia en la edad mayor. Procurar una alimentación adecuada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, puede contribuir para conservar la atención y la memoria, así como prevenir el deterioro cognitivo asociado con la edad.
Rodrigo Santacoloma, nutriólogo y director médico de Haleon Colombia, explica que un buen estado nutricional es crucial para el desarrollo adecuado del cerebro y el mantenimiento normal de la función cognitiva. El cerebro requiere un suministro constante de micronutrientes para el metabolismo y las funciones de las neuronas y otras células cerebrales”.
“El papel fundamental de los micronutrientes, que incluyen vitaminas y minerales, se pueden ver reflejados cuando las deficiencias de estos elementos impactan áreas clave como la atención, memoria, funciones ejecutivas y estado de ánimo, además del deterioro cognitivo relacionado con la edad. Bajo este panorama, el estudio Cosmos, desarrollado en Estados Unidos, mostró que el consumo de una fórmula específica de vitaminas y minerales redujo el riesgo de deterioro cognitivo en población susceptible”, indica.
Sumado a los hábitos saludables, los multivitamínicos son un aliado indispensable para prevenir el deterioro cognitivo
Más allá de los beneficios que supone la práctica recurrente de actividad física y una dieta saludable, existen otras acciones de empoderamiento en la gestión de la salud propia que, al sumarse a la rutina diaria, contribuyen a entrar en óptimas condiciones a la edad mayor. La serie de estudios Cosmos (MIND y WEB), o el Estudio de Resultados de Suplementos de Cacao y Multivitamínicos por sus siglas en inglés, demuestra que el consumo diario de multivitamínicos como Centrum Silver retrasa el envejecimiento cognitivo global.
La investigación, dirigida por el Mass General Brigham y realizada por la Facultad de Medicina de Harvard y la Universidad de Columbia, comparó la administración diaria de la formula multivitamínica/multimineral de este producto frente al consumo de extracto de cacao (rico en flavanoles), encontrando efectos positivos en la salud cognitiva de las personas mayores.
El análisis evidenció que la ingesta de este producto durante tres años ayudó a una reducción equivalente a 1,8 años en el deterioro de las capacidades cognitivas relacionadas con el envejecimiento. Además, los participantes del estudio presentaron beneficios significativos en su memoria episódica, ligada a eventos o experiencias específicas, y la función ejecutiva, que incluye las habilidades cognitivas necesarias para llevar a cabo las actividades diarias.
“La última Encuesta Nacional de Situación Nutricional evidenció que en Colombia los jóvenes y adultos tienden a un consumo alto de productos procesados, carentes de nutrientes. Al mismo tiempo, recientes investigaciones en diferentes partes del mundo demuestran que las frutas y verduras, conocidas por su carga nutricional, contienen menos vitaminas y nutrientes que hace 70 años, planteando preocupaciones sobre su capacidad para proporcionar los beneficios esperados. Esto nos invita a evaluar nuestra alimentación y a tomar medidas que complementen los nutrientes que pueden hacernos falta”, afirma el nutriólogo.