Durante la etapa del envejecimiento se desencadenan un número significativo de enfermedades, es por eso, que los profesionales de la salud recomiendan llevar un estilo de vida saludable a lo largo de la vida, esto con el fin de evitar diversos padecimientos que se originan a lo largo de la vida.

Entre los hábitos para llevar un estilo de vida saludable se encuentran alimentarse de manera sana y equilibrada. La dieta de los adultos debe involucrar alimentos de todos los grupos (proteínas, carbohidratos en su estado natural, frutas, verduras, frutos secos y grasas saludables), el profesional de la salud idónea para diseñar el plan de alimentación acorde para cada paciente es el nutricionista.

Los pacientes con parkinson necesitan un tratamiento farmacológico y unos hábitos especiales de alimentación. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Pues los adultos mayores pueden desarrollar distintas enfermedades, entre ellas esta, el parkinson, el cual es un tipo de trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta el movimiento y suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Esta afección se presenta cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina. Los síntomas comienzan de manera lenta y generalmente de un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados, donde los más significativos son:

  • Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
  • Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
  • Lentitud de los movimientos
  • Problemas de equilibrio y coordinación

Sin embargo, algunos problemas intestinales, como el estreñimiento, la dificultad para tragar y el síndrome del intestino irritable (SII), son factores de alerta temprana que indican la enfermedad neurológica de parkinson.

El parkinson . Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Una investigación publicada en la revista ‘Gut’, indica que lo más probable es que los síntomas gastrointestinales llevan al desarrollo de una enfermedad cerebrovascular, como lo es el ictus, el aneurisma cerebral o el alzhéimer. Aunque, también puede ocasionar el parkinson.

Cabe mencionar que los expertos utilizaron datos de una red nacional de registros médicos de Estados Unidos (TriNetX), donde observaron que más de 24 mil personas habían sido diagnosticadas con la enfermedad de parkinson de causa desconocida y compararon con aquellas que sufrían con condiciones neurológicas.

Los individuos con parkinson fueron emparejados con sujetos en los grupos de comparación por edad, sexo, raza, etnicidad y duración de diagnóstico para diferenciar la frecuencia de las condiciones intestinales, incluyendo sus registro de salud durante un promedio de seis años antes de padecer dicha enfermedad.

Por consiguiente, los investigadores probaron la misma hipótesis, pero un análisis indicó que cuatro afecciones intestinales estaban asociadas con un mayor riesgo de padecer de parkinson.

En conclusión, la gastroparesia, es decir, retraso en el vaciado del estómago, la disfagia y el estreñimiento son síntomas que pueden indicar que se trata de dicha enfermedad.

Parkinson | Foto: Getty Images

Hay que decir que el Parkinson es un desorden progresivamente debilitante que afectó a 4 millones de personas en el año 2005 y se proyecta que se duplique a 8,7 millones para el año 2030. Aunque históricamente se ha definido como un trastorno del movimiento, el Parkinson es una enfermedad multisistémica.

Se especula que el Parkinson es una enfermedad causada por varias combinaciones de susceptibilidad genética y desencadenantes ambientales, aunque todavía no se ha identificado ninguna combinación causal. La conexión entre el Parkinson y el sistema gastrointestinal está establecida desde hace tiempo.