Si bien se conoció hace un par de semanas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la covid-19 ya no es considerada como una emergencia sanitaria de preocupación internacional, aún sigue siendo una enfermedad viral que está bajo la lupa de las autoridades sanitarias del mundo.

De hecho, recientemente se conocieron nuevos datos que muestran la necesidad de identificar la inequidad en el acceso a los servicios sanitarios a la hora de trazar políticas de salud. Investigadores de las universidades de Southhampton y Oxford, en Inglaterra, encontraron una relación entre la zona en la que vivían los pacientes y las afectaciones que sufrían tras enfermarse de covid-19.

El estudio se publicó en la prestigiosa revista científica Journal of the Royal Society of Medicine y analizó los datos de más de 200.000 personas adultas que se encontraban en edad laboral.

Se trató, según un comunicado de prensa publicado por la Universidad de Southampton, de la primera investigación que logró cuantificar la asociación entre la covid-19 de larga duración y el nivel socioeconómico de varios sectores laborales.

Como resultado, la investigación encontró que el riesgo de padecer del síndrome post-covid o (también conocido como covid prolongada) está “fuertemente” asociado al área donde viven los pacientes.

De hecho, la probabilidad de presentar esta condición de salud es un 46 % más alta entre las personas que viven en zonas “más desfavorecidas” en comparación con las que viven en zonas más privilegiadas.

La desigualdad socioeconómica estuvo fuertemente relacionada con el riesgo en salud por covid, según la investigación. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Para llegar a esa conclusión, la Universidad de Southampton explicó que los investigadores tomaron los datos de una encuesta que les practicaron a las personas infectadas con covid-19, que fue realizada por la Oficina británica de Estadísticas Nacionales.

Tras analizar las cifras, encontraron que las mujeres tenían mayor riesgo de presentar covid-19 de larga duración. La enfermedad, por supuesto, afectó con mayor rigor a las mujeres que vivían en zonas menos favorecidas. Las cifras de vulnerabilidad se incrementaban si las mujeres trabajaban en sectores como la educación y la salud.

Las personas con covid de larga duración pueden presentar múltiples síntomas respiratorios aún después de superar el virus. | Foto: Getty Images

No obstante, los investigadores encontraron que estas inequidades sanitarias no eran aplicables para todos los sectores de la economía inglesa. Uno de los hallazgos más sorprendentes fue que no hubo una “asociación significativa” entre el riesgo de sufrir síntomas de covid-19 a largo plazo y vivir en áreas menos favorecidas para las personas que trabajaban en sectores como la fabricación y la construcción.

“Aunque ciertos grupos ocupacionales, especialmente los trabajadores esenciales y de primera línea, se han visto afectados de manera desigual por la pandemia de covid-19, los estudios sobre covid de larga duración y ocupación son escasos”, explicó Nazrul Islam, investigador principal y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Southampton y el Departamento de Salud de la Población de Nuffield en la Universidad de Oxford.

“Nuestros hallazgos son consistentes con la investigación previa a la pandemia sobre otras condiciones de salud, lo que sugiere que los trabajadores con un nivel socioeconómico más bajo tienen peores resultados de salud y una mayor mortalidad prematura que aquellos con una posición socioeconómica más alta pero una ocupación similar. Sin embargo, la desigualdad socioeconómica puede variar considerablemente según los grupos de ocupación”, agregó el científico.

De acuerdo con los autores del estudio los hallazgos muestran la necesidad de que las autoridades de salud tengan en cuenta las dimensiones sociales a la hora de trazar políticas públicas para ayudar a las poblaciones que han quedado con secuelas después de la pandemia de covid-19.

La covid-19 ya no es una emergencia sanitaria de preocupación internacional, según la OMS. | Foto: Brittainy Newman

“Estos hallazgos ayudarán a informar la política de salud en la identificación de los subgrupos de población más vulnerables para que se den esfuerzos más enfocados y se implemente una asignación proporcional de recursos para facilitar la reducción de las desigualdades en salud”, concluyó el investigador Islam.