Durante un debate de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, reconoció que resoluciones para el pago de los llamados presupuestos máximos de julio, agosto y septiembre no tienen recursos garantizados por parte del Ministerio de Hacienda.

Dichos dineros se destinan para cubrir medicamentos, tratamientos y tecnologías no incluidos en el Plan de Beneficios en Salud (PBS) y están dirigidos principalmente a pacientes con enfermedades raras, de alto costo y difícil tratamiento. Por ello, hay riesgo de que miles de estos pacientes no puedan recibir desde pañales hasta analgésicos, alimentos especiales y medicamentos de alto costo.

Moción de censura ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. | Foto: GUILLERMO TORRES

Acemi, que agrupa a las EPS privadas, advierte que 1,3 millones de pacientes se verían afectados ante el impago de estos dineros.

“Los presupuestos máximos están pagos hasta junio y hay resoluciones de los meses de julio, agosto y septiembre en la Adres (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud), que está en espera de que el Ministerio de Hacienda tenga recursos para girarlos”, señaló Jaramillo.

También reconoció, tras varios meses de negarlo públicamente, que la UPC del sistema de salud no es suficiente. “¿Por qué entonces no nos sentamos todos para atender el problema y mirar si es suficiente o si se están gastando los recursos en otra cosa diferente?”, dijo durante un debate de control político que se cumplió en la Comisión Séptima de la Cámara.

En ese mismo debate, el minSalud afirmó que la entidad ha invertido el 75 % de su presupuesto e informó que enfrenta un déficit de 11 billones de pesos para garantizar el desarrollo de los programas de salud en el país, lo que requiere más recursos, aunque se debe trabajar con lo disponible, precisó.

Preocupación de los pacientes

Lo cierto es que la situación de los pacientes con enfermedades huérfanas en Colombia se vuelve cada día más crítica debido a la falta de recursos económicos. Así lo denunciaron dos importantes agremiaciones de pacientes, que reúnen a centenares de personas con algunas de estas condiciones de salud. A la fecha, el déficit se calcula en más de 2 billones de pesos.

Luz Victoria Salazar, presidenta del consejo directivo del Observatorio Interinstitucional de Enfermedades Huérfanas (ENHU) y Diego Fernando Gil, director ejecutivo de la Federación Colombiana de Enfermedades Raras (Fecoer), sostienen que esa falta de recursos puede poner en vilo la salud de los pacientes que son sujetos de especial protección.

“Las enfermedades huérfanas son definidas por la ley como patologías consideradas crónicamente debilitantes, graves y que amenazan la vida de quienes la padecen por lo que la potencial suspensión de los servicios de salud para ellos puede tener consecuencias fatales”, sostiene Gil.

“Las enfermedades huérfanas son crónicamente debilitantes, por lo que la suspensión de los servicios de salud tiene consecuencias fatales”, aseguró Gil. Y llamó la atención sobre “que, a pesar de los mandatos de la Corte Constitucional, no se están garantizando tratamientos para 100.000 casos que están en el registro de pacientes con enfermedades poco frecuentes”. | Foto: El País

Ambas entidades han llamado la atención sobre la insuficiencia en el cálculo y giro de los recursos, y, a pesar de los mandatos de la Corte Constitucional, no ha ocurrido nada que proteja y garantice la continuidad de los tratamientos para más de 100.000 casos que hoy en día se encuentran en el registro de pacientes con enfermedades poco frecuentes.

A comienzos de este año, la Corte Constitucional ordenó al Gobierno nacional desembolsar la totalidad de los recursos pendientes en presupuestos máximos con el fin de garantizar el flujo de los mismos dentro del sistema de salud. La Corte exigió el pago a más tardar dentro de los dos meses siguientes de la expedición del auto. Con preocupación, las organizaciones de pacientes con enfermedades huérfanas hacen un llamado urgente, pues ni siquiera ese auto se está respetando.

“Las enfermedades huérfanas son crónicamente debilitantes, por lo que la suspensión de los servicios de salud tiene consecuencias fatales”, aseguró Gil. Y llamó la atención sobre “que, a pesar de los mandatos de la Corte Constitucional, no se están garantizando tratamientos para 100.000 casos que están en el registro de pacientes con enfermedades poco frecuentes”.