Sin coalición, sin reforma y, ¿sin Carolina Corcho? Han pasado 44 días desde que Colombia conoció oficialmente el texto de reforma a la salud. Es decir, el día en que con platillos y tambores la ministra la radicó en el Congreso de la República. El debate, que al comienzo parecía tenue alrededor del tema, venía de meses atrás, desde la campaña presidencial, pero se enfocó en Corcho, desde cuando se confirmó que ella sería la ministra de Salud y se tenían algunas certezas, por su experiencia, enfoque y declaraciones de que buscaría eliminar las EPS.
A modo de tormenta y con la misma contundencia que ella ha hablado, ha recibido apoyo y críticas. Unas que otras declaraciones la han sostenido durante varios días en los primeros lugares de la agenda pública. Aquí, la presión de una propuesta que cambiaría la forma en la que se hace realidad un derecho y un servicio como el de la salud para 51 millones de personas, se sintió en cada nueva declaración e intento de acuerdo.
Ahora, después de bajos y altos, parece más que probable que la reforma, como la quieren desde el Gobierno Petro nunca será. Se cuestiona entonces si la psiquiatra y exvicepresidenta de la Federación Médica Colombiana seguirá en el cargo. Este es más bien un planteamiento que días atrás ha surgido desde la oposición.
“La U y el Partido Conservador se desmontan de la reforma a la salud del Gobierno. El radicalismo y la falta de seriedad de Carolina Corcho causaron una nueva derrota a Gustavo Petro. La ministra debe dar un paso al costado”, aseguró en las últimas horas el representante del Centro Democrático, Andrés Forero.
Argumenta que son varios los motivos que demostrarían incompetencia por parte de la alta funcionaria.
“La intransigencia y la falta de seriedad de la ministra Carolina Corcho metió en cuidados intensivos a la reforma… La ministra no solamente ha sido deficiente a la hora de manejar el ministerio, hemos visto lo que ha pasado con el tema de vacunas, con el tema de medicamentos, etcétera, sino que adicionalmente su radicalismo evitó que partidos de la coalición de gobierno acompañaran la iniciativa gubernamental”, aseveró uno de los opositores más férreos de la jefe de la cartera de Salud.
Ahora, otro de los argumentos de Forero tiene que ver con que, directamente, la misión principal de Corcho es sacar una reforma, que de momento parece más muerta que viva. Y al no completar esa misión, pues debería abandonar el cargo.
Aunque aquí entran más razones y como esto es política, otras sorpresas se pueden presentar. Por ejemplo, aunque el tridente de los liberales, conservadores y partido de La U se desvincula del acuerdo de reforma, el presidente de la Cámara e integrante del Pacto Histórico, David Racero, insiste en que aún hay posibilidades de salvar la idea.
“Ojo, es falso decir que se hundió la reforma a la salud. Sigo convencido que podemos llegar a los acuerdos respecto a ese 1 % que falta. La necesidad de hacer una reforma a la salud es un imperativo histórico que nos exige toda la disposición posible. Sigo tendiendo puentes”, trinó Racero.
Aun así, otros partidos como Cambio Radical expresan que esta situación, de anulación de la propuesta de Corcho, estaba cantada. Aseguran que lo que empieza mal, termina mal. “Desde el principio sabíamos que la reforma a la salud del Gobierno Petro era nefasta. Ahora, después de semanas de componendas y acuerdos a espaldas del país, por fin el Partido Liberal, el Partido Conservador y el partido de La U entraron en razón. Gana Colombia”.
Por ahora no hay declaraciones de la ministra Carolina Corcho sobre lo que está sucediendo. Ella se ha mostrado más bien reacia a declaraciones públicas o ruedas de prensa luego de eventos a los que ha asistido físicamente.