Antes de comenzar a hablar fluidamente, el ser humano aprendió a caminar. La emoción de los primeros pasos y caídas hace parte de los recuerdos más significativos de las familias y caminar de las acciones más normales. Y aunque parezca una de las acciones más normales, al escudriñar en ciertas afectaciones a la salud, han encontrado que la manera de poner el pie al andar, puede causar dolores y males más graves.
“Los primeros que sienten los efectos de las malas pisadas son los músculos y tendones de las pantorrillas. En este caso, las malas pisadas, por distancia, peso o forma, pueden desembocar en tendinitis, generalmente del tibial posterior. Sin embargo, otra patología bastante dolorosa que se produce en la parte baja de la pantorrilla, lo que llamaríamos la espinilla, es la periostitis tibial”, explica el medio The Objetive.
Además, el medio español reseña que las rodillas también pueden llegar a desgastarse y por ello se presenta la condromalacia rotuliana. Otro aspecto tiene que ver con forzar los tendones, pues al tener una determinada longitud, la forma en la que se pisa, puede terminar afectándolos.
Ejemplifican que muchos ciclistas notan dolor en la parte exterior de la pierna, donde se ubica la inserción de la cintilla iliotibial. “Este malestar se produce por malas pisadas en los pedales, pero también por tener mal regulados los sillines, demasiado altos, por regla general, lo cual obliga a los tendones a un estiramiento demasiado pronunciado”, detallan.
En lo concerniente a los adultos mayores, afirman que también se reportan casos de trocanteritis, un dolor de cadera que se produce por la inflamación del trocánter mayor del fémur, que es el hueso que sobresale en las caderas en su parte lateral, que une a numerosos músculos.
Artritis: también puede dar en los pies y estos son sus síntomas
La artritis es una de las dolencias más comunes para los seres humanos y se presenta, en su mayoría de casos, en personas de la tercera edad, cuyas articulaciones han desgastado el cartílago que hay entre los huesos, haciendo que estos choquen entre sí y generen una inflamación de los tejidos que hacen presencia en dicha zona y por ende el dolor sea insoportable.
Esta enfermedad se hace latente más que todo en las manos, las rodillas o las caderas, sin embargo, articulaciones hay en todo el cuerpo y los pies no son la excepción, pues desde el talón hasta los dedos son susceptibles de sufrir de esta enfermedad que por el momento no tiene cura, pero sí un tratamiento paliativo.
Tal como publica en su sitio web la revista Artritis y Reumatología, de la Editorial Mundo, los pies son una zona de gran ayuda a la hora de alertar sobre el posible padecimiento de esta enfermedad, pues en dichas extremidades se presentan unos síntomas específicos que indican que la artritis ha llegado y entre más temprana sea la identificación de estos, mejor serán los procesos para controlarla y saberla llevar.
“La artritis del dedo del pie es causada por la inflamación de la articulación del dedo del pie. La enfermedad ataca con mayor frecuencia al dedo gordo del pie, pero también puede afectar a los demás. Adicionalmente, las lesiones o traumas anteriores como una fractura o un esguince de dedo del pie, pueden causar artritis en el futuro”, afirma la publicación, que también informa sobre la osteoartritis, la artritis reumatoide y la gota como otros causantes de esta enfermedad.
Existen una serie de factores de riesgo que hacen a las personas más propensas a sufrir de artritis en sus pies u otra articulación de su cuerpo, por eso es importante tenerlas presentes para tratar de evitarla a toda costa o estar preparados para su aparición como la edad avanzada, el sobrepeso, antecedentes familiares o enfermedades genéticas relacionadas y, mayoritariamente en el caso de las mujeres, el uso de zapatos de tacón alto muy apretados por largos periodos de tiempo.