Seguramente algunas personas rara vez se enferman y parecen disfrutar de una salud robusta sin necesidad de cuidados especiales, llevando un estilo de vida en su mayoría sedentario y sin hacer grandes esfuerzos físicos. Más allá de su aspecto físico, la salud de estas personas parece casi divina.
A pesar de experimentar ocasionalmente un resfriado leve o molestias esporádicas, raramente se ven afectadas por enfermedades graves como gripes intensas, problemas digestivos severos o dolencias lumbares que requieran días de reposo.
Estas personas sorprendentemente mantienen un estado de salud óptimo hasta una edad avanzada, a menudo sin necesidad de recurrir a medicamentos y enfrentando cualquier desafío de salud que se les presente con relativa facilidad.
Motivos detrás de una salud de ‘hierro’
Los expertos coinciden en que los patrones de comportamiento juegan un papel crucial en el perfil de aquellos individuos que raramente experimentan enfermedades. Algunos incluso destacan que muchas de estas personas también exhiben un estado de ánimo positivo. ¿Y qué acerca de la genética? ¿No desempeña un papel importante? Los investigadores admiten que la genética tiene su influencia, pero no es la única variable determinante. Entonces, ¿cuál es el factor clave? Todos estos aspectos son relevantes y su combinación podría dar como resultado una genética excepcional en términos de salud.
Los factores más comunes que juegan un papel en esta salud envidiable son:
Genética favorable
Ciertas personas pueden estar genéticamente predispuestas a gozar de una salud sólida. Esto implica que pueden poseer una mayor resistencia frente a ciertas enfermedades o condiciones médicas. Estos rasgos genéticos pueden transmitirse de generación en generación y pueden contribuir a mantener una buena salud sin requerir una atención médica intensiva.
Resiliencia del organismo
El diariodesevilla.es aseguró que “el organismo humano posee una notable habilidad para regenerarse y ajustarse a diversas circunstancias”. Incluso cuando alguien no mantiene un cuidado adecuado de su salud, su cuerpo puede tener una sorprendente capacidad de autocorrección y adaptación. Este fenómeno puede contribuir a mantener un estado de salud bastante aceptable, a pesar de la falta de atención.
No estrés
Varios estudios han establecido una conexión entre el estrés y el deterioro del sistema inmunológico. Es ampliamente reconocido que la ansiedad aumenta la susceptibilidad a infecciones virales o bacterianas. Aquellas personas que experimentan nerviosismo e inseguridad a menudo tienden a sufrir una serie de enfermedades leves pero recurrentes.
Vivir en entornos naturales
“El medio rural está asociado a la salud debido a varios motivos, incluyendo los efectos positivos de la naturaleza en el cuerpo, la menor exposición a sustancias artificiales y un ritmo de vida más relajado. En particular, en áreas como la costa o cerca de los ríos, el aire suele contener una mayor cantidad de iones negativos, lo que contribuye a un sentido de bienestar y a la reducción del estrés físico”, así lo dio a conocer el portal cuerpomente.com.
No comer en abundancia
Desde los primeros experimentos llevados a cabo en la década de 1930 con animales, se ha tenido conocimiento de que la restricción calórica tiene un efecto positivo en la longevidad y reduce la probabilidad de padecer enfermedades.
A pesar de ello, en nuestra sociedad aún prevalece la creencia errónea de que la abundancia de alimentos es un indicador de bienestar. Sin embargo, investigaciones recientes realizadas en seres humanos han demostrado que la reducción de la ingesta de calorías contribuye a reducir la aparición de problemas de salud relacionados con el envejecimiento, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y Alzheimer.
Resiliencia inmunitaria
Según los expertos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, Estados Unidos, existe un concepto denominado “resistencia inmunitaria” que puede ejercer una influencia significativa en la longevidad y la calidad de vida de un individuo, permitiéndole vivir más tiempo y de manera más saludable.
En este estudio, se define la resistencia inmunitaria como un equilibrio entre la capacidad del sistema inmunológico y la presencia de inflamación, y se considera un factor crítico en los resultados de salud, independientemente de la edad. Los investigadores afirman que esto representa un avance importante, ya que al examinar más allá de la inflamación, es posible descubrir nuevas estrategias para prevenir y tratar enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, el COVID, el VIH y el cáncer.