Todas las personas tienen un olor único que se desprende de su piel, sobre el que no tiene que ver ni la limpieza ni el perfume y posee una importante incidencia en su vínculo con los demás. Se dice que el olor o humor corporal individualiza a cada ser humano, tal como sucede con las huellas digitales.
Hay quienes tienen olores más fuertes o más suaves, pero esto puede estar relacionado con temas de salud. En ocasiones, estos fuertes aromas son síntomas de posibles enfermedades. Uno de los olores fuertes que puede tener una persona es el de pescado, una afección a la cual se le denomina trimetilaminuria.
Este olor se presenta por el exceso de trimetilamina en el sudor, la orina, los fluidos genitales y el aliento de la persona. El Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales indica que aunque algunas personas afectadas pueden tener un fuerte olor constante, la mayoría lo presenta de forma moderada que varía en intensidad.
Por ejemplo, el olor puede ser más intenso justo antes y durante la menstruación en las mujeres. De igual forma, pueden empeorar las actividades que hacen sudar, como el ejercicio, el sexo, el estrés o los trastornos emocionales.
La mencionada fuente indica que, normalmente, las personas afectadas no tienen señales ni síntomas adicionales y se presentan como saludables. Sin embargo, el olor puede interferir con muchos aspectos de la vida diaria, lo que lleva a problemas sociales y psicológicos, pues estos humores no resultan atractivos a la hora de compartir con otras personas.
Los expertos explican que la mayoría de los casos de trimetilaminuria son causados por cambios (variantes o mutaciones) en las dos copias del gen FMO3, el cual tiene instrucciones para hacer (codificar) una enzima responsable de descomponer ciertos compuestos que contienen nitrógeno, tales como trimetilamina.
Este compuesto se produce en el intestino cuando se digieren alimentos como los huevos, el hígado, las legumbres, pescado y algunas verduras. Las mutaciones en el gen FMO3 impiden que la enzima funcione correctamente, por lo que es incapaz de descomponer compuestos como trimetilamina, que cuando se acumula en el cuerpo se libera en el sudor, la orina y la respiración. Todo esto deriva en un marcado olor a pescado.
En algunos casos, este padecimiento puede presentarse en personas que son portadoras, o sea que solamente tienen una copia alterada del gen FMO3. El portal Aló, Doctor indica que la mencionada afección es más común en las mujeres y los investigadores han determinado que esto puede deberse a niveles hormonales más altos que agravan los síntomas del trastorno.
Los primeros síntomas de mal olor aparecen en la infancia, al introducir alimentos ricos en colina, como es el caso de la soya, los garbanzos, las lentejas, los cereales integrales, la levadura de cerveza, las coles, la coliflor, el apio, el ajo, las berenjenas, la lechuga, el pimiento, las zanahorias, la remolacha, las espinacas o las cebollas.
La colina es un nutriente que el cerebro y el sistema nervioso requieren para regular la memoria y el estado de ánimo, para el control muscular y para el desarrollo de otras funciones. El organismo también la necesita para formar las membranas que rodean las células del organismo.