Desde hace unos días han se han comenzado a ver mensajes en redes sociales sobre la escasez de mostaza dijon en los supermercados y tiendas y sobre el incremento, exagerado, en los precios de este producto.
Y aunque es un tema que no afecta a la mayoría de los colombianos, pues es un producto que no hace parte de la canasta familiar, sí es algo sobre lo que hasta el periódico New York Times se ha fijado y ha reseñado en su versión digital.
Allí, en su artículo titulado ‘Los amantes de la mostaza en Colombia se desesperan en medio de la escasez de la mostaza dijon’, explica las razones por las que este alimento, considerado por muchos como indispensable en la cocina, ha comenzado a faltar en las estanterías y a incrementar su valor en tiendas de comercio electrónico.
Y es que este extraño fenómeno no obedece a otra cosa diferente que al cumplimiento de una resolución del Ministerio de Salud que impuso límites de venta a los productos con un alto contenido de sodio, como la mostaza dijon, y la cual entró en vigencia desde noviembre de 2022.
En aquel documento, con el que la entidad buscaba hacerle frente a las enfermedades cardiovasculares y a su impacto en la salud pública, se señala que los productos que superen los 817 miligramos de sodio tendrían restricciones de venta, por lo que esta mostaza, la cual casi triplica ese valor, no puede ser comercializada.
Mercado negro de la mostaza dijon
Aunque se trata de una norma que debe cumplirse y cuyo fin es velar por la salud de los colombianos, la escasez de este popular ingrediente, que sirve como condimento para carnes o diferentes platos, viene afectando a restauranteros y cocineros que no encuentran rentable seguir ofreciendo sus recetas si el precio de esta mostaza se incrementa.
De esto da fe el artículo del New York Times, tabloide que asegura que un frasco está rondando los $ 105.000 en tiendas como Mercado Libre, lo que no se justifica, según los propios dueños de restaurantes y comercios dedicados a la venta de comidas que consumen este producto.
Según el medio, “dos expertos de la industria dijeron que con tanta demanda, particularmente de los restaurantes, era solo cuestión de tiempo antes de que operaciones de contrabando de condimentos más grandes y organizadas estuvieran en marcha”.
Pues bien, es una medida que ha generado polémica, pues los dueños de algunos restaurantes y panaderías francesas, donde tradicionalmente se utiliza la mostaza dijon y que fueron consultados por el medio neoyorquino han asegurado que, aunque el fin de la medida del Ministerio de Salud es muy bueno, no se pueden afectar sus negocios, pues hay otros productos donde el consumo de sodio es más elevado frente a mínimo que incluyen las recetas que llevan este condimento francés.
Por otro lado, desde la Organización Panamericana de la Salud le indicaron a ese medio que esta resolución adoptada por el gobierno colombiano era la correcta y que estaba bien orientada en el sentido de buscar atacar la principal causa de muerte en el país, como lo son las enfermedades cardiovasculares.
“Muy bien hecha. (...) La función del gobierno es proteger al consumidor”, dijo al New York Times Leendert Nederveen, director de la unidad de nutrición de la Organización Panamericana de la Salud, quien además agregó que en otros 65 países ya se habían adoptado medidas para limitar los productos con altos niveles de sodio.
Ahora habrá que esperar a ver qué sucede con esta mostaza y con otros productos como la salsa soya, pues se espera que en 2024 esta restricción sea mucho más estricta, pues ese límite se reducirá a 600 miligramos de sodio por cada 100 gramos.