El azúcar o glucosa en la sangre es la principal fuente de energía del cuerpo. Proviene de los alimentos que se consumen, pues el organismo los descompone en esta sustancia que luego libera al torrente sanguíneo, precisa MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los expertos explican que cuando la glucosa en la sangre se eleva, le indica al páncreas que libere insulina, hormona que se encarga de que ésta entre en las células para ser utilizada como energía. Si esto no ocurre es posible que la cantidad de azúcar se suba, afección que si no se trata a tiempo o de manera adecuada puede derivar en diabetes.
Cuando la glucosa aumenta mucho se denomina hiperglucemia y es posible que se presenten los siguientes síntomas.
- Sensación de sed
- Sentirse cansado o débil
- Dolores de cabeza
- Orinar con frecuencia
- Visión borrosa
Hay ocasiones en que las células se vuelven resistentes a la insulina y no la pueden usar de manera efectiva, indica el portal Healthline, por lo que se habla de resistencia a la misma. Si una persona es diagnosticada con esta afección, significa que el páncreas produce la hormona, pero el cuerpo no la utiliza correctamente. Esto aumenta el riesgo de desarrollar prediabetes y, finalmente, diabetes tipo 2.
Si el páncreas puede producir suficiente insulina para superar la baja tasa de absorción, es menos probable que la diabetes se desarrolle y la glucosa en la sangre se mantendrá dentro de un rango saludable. El riesgo de resistencia a esta hormona es mayor si se tiene prediabetes o antecedentes familiares de diabetes tipo 2 y también si la persona padece de sobrepeso u obesidad.
Para evitar las diversas complicaciones relacionadas con el azúcar en la sangre, es importante la ingesta de una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y mucha hidratación. En ese marco, uno de los alimentos que puede incluirse es el salvado de avena, una de las capas más externas del grano de avena, producto que es rico en fibra, vitaminas, proteínas y minerales.
Por esta razón, consumir productos de avena integrales, que incluyen el salvado, proporciona mayor valor nutricional frente a cuando se ingieren productos de avena refinada. “Los granos y los copos de avena contienen salvado de manera natural, pero también, es común encontrar salvado de avena por separado como un producto individual. De esta manera, se puede hacer uso de él al añadirlo en diferentes preparaciones y así poder beneficiarse de su aporte nutricional”, precisa el portal Men´s Health.
Al igual que la avena, el salvado de este cereal es rico en antioxidantes, minerales como el calcio y vitaminas del grupo B, por lo que le aporta diversos beneficios al organismo y uno de ellos es precisamente el control de la glucosa en la sangre.
Salvado de avena para la glucosa en la sangre
El portal Cuerpo Mente asegura que este producto es favorable para reducir la respuesta glucémica del organismo. Por ejemplo, cuando se ingieren alimentos ricos en carbohidratos evita los picos de azúcar y mejora la sensibilidad a la insulina a largo plazo. Reduciendo la respuesta glucémica, contribuye a prevenir el desarrollo de la diabetes de tipo 2.
Este sitio web refiere una revisión de estudios publicada en el European Journal of Clinical Nutrition, en la que los investigadores concluyeron que consumir avena en grano o en copos con al menos cuatro gramos de betaglucanos antes de una comida con entre 30 y 80 gramos de carbohidratos, reducía significativamente los niveles de glucosa pospandrial.
Estos beneficios en buena medida se deben a su riqueza en fibra soluble, que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre al disminuir la absorción del mismo en el intestino.
Más bondades
Este mismo nutriente hace que sea un alimento favorable para ser incluido en dietas para bajar de peso, gracias a que proporciona sensación de saciedad, la cual evita que la persona esté consumiendo alimento de manera permanente.
Además, se le relaciona con que ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre también debido a su contenido de fibra, la cual puede reducir la absorción de este lípido en el torrente sanguíneo. Ingerir de cinco a 10 gramos de esta fibra al día puede ayudar a bajar el colesterol LDL, conocido como malo. “Una porción de cereal de desayuno con avena o salvado de avena proporciona de tres a cuatro gramos de fibra”, según el instituto de investigaciones Mayo Clinic.