Que un día, los medicamentos para controlar infecciones o enfermedades no sirvan porque las bacterias se han vuelto resistentes, ya no es un asunto de ficción. Más bien, como explica la Organización Panamericana de la Salud, OPS, “la resistencia a los antimicrobianos supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial y requiere medidas por parte de todos los sectores del gobierno y la sociedad”.

Y aquello es una preocupación mundial porque están surgiendo y extendiéndose nuevos mecanismos de resistencia en todo el planeta, amenazando la capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes, lo que resulta en enfermedades prolongadas, discapacidad y muerte.

Pero qué se puede hacer en el diario vivir para evitar que aumente esa resistencia a los medicamentos. Como se ha contado en SEMANA, es necesario consumir los medicamentos antimicrobianos y antibióticos solo cuando es necesario.

Por ejemplo, explicó el doctor Carlos Álvarez, que así como las personas se abstienen de tomar medicamentos para otras enfermedades porque no han sido diagnosticadas, deberían hacer lo mismo con los antibióticos. No obstante, Álvarez advirtió que es común que por cualquier malestar se usen antibióticos, pese a que las personas no necesariamente presentan infecciones.

Resaltó que este tipo de medicamentos se deben usar únicamente para infecciones bacterianas, no para los síntomas causados por los virus. “Es como si usaran un arpón de cazar ballenas, para capturar un colibrí. Son cosas totalmente diferentes”, indicó el epidemiólogo.

Pero, ¿qué son los antimicrobianos?

Antimicrobianos es el nombre de un grupo de medicamentos usados para tratar o prevenir enfermedades causadas por microorganismos como hongos, parásitos, virus, bacterias, entre otros. Ahí se encuentran los conocidos antibióticos, que se utilizan para tratar infecciones causadas por bacterias, explica la Fundación Santa Fe.

Enseña la OPS, que la resistencia a estos medicamentos, se da porque la bacteria, “cuanto más expuesta esté a los antimicrobianos, más capacidad tiene de hacerse resistente, porque muta para sobrevivir. Además, es capaz de transmitir esa capacidad al resto de bacterias… Como resultado, los medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten en el organismo, lo que incrementa el riesgo de propagación a otras personas”.

Además, sin antimicrobianos efectivos para la prevención y el tratamiento de infecciones, los procedimientos médicos como el trasplante de órganos, la quimioterapia contra el cáncer, el control de la diabetes y la cirugía mayor (por ejemplo, cesáreas o reemplazos de cadera) se convierten en un riesgo muy alto.

Infografía sobre la generación de resistencia a los antimicrobianos. | Foto: Organización Panamericana de Salud

Expertos piden hacer buen uso de antibióticos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está impulsando la Semana Mundial de Concientización sobre los Antimicrobianos. Para este año, la regional de Europa reveló una encuesta que da cuenta del mal uso que hacen los pacientes de los antibióticos.

En el estudio, que se realizó en 14 países, encontraron que una de cada tres personas usaba este tipo de medicamentos sin ninguna fórmula médica. Además, advirtieron que cerca del 50 % aseguró que se había sometido a un tratamiento con antibióticos en el último año.

Este uso inadecuado de los antibióticos preocupa a los expertos y a las autoridades debido a los efectos que puede tener en la salud pública. Solo en la Unión Europea se calcula que alrededor de 35.000 personas mueren cada año por infecciones relacionadas con patógenos resistentes a los antimicrobianos y a los antibióticos.

Esto se debe a que esos organismos “aprenden” a resistir el uso de estos medicamentos cuando los pacientes los consumen de forma inadecuada.

Por ello, se ha insistido en que los antibióticos no son válidos para tratar síntomas o infecciones causadas por virus.

“Los antibióticos no pueden curar el resfriado común. Un resfriado común es causado por un virus contra el cual no funcionan los antibióticos”, aseguró Danilo Lo Fo Wong, asesor regional de la OMS para el Control de la Resistencia a los Antimicrobianos. “Aunque los antibióticos no lo ayudarán, su uso puede conducir al desarrollo de resistencia y convertirse en un problema para usted y para otra persona”, concluyó.