Los dispositivos de audio no son tan inofensivos como parecen y deben utilizarse con cuidado para prevenir el desarrollo de trastornos auditivos, señalan los expertos. Tanto si los utilizan para escuchar música, trabajar, jugar videojuegos, ver películas o videos en streaming, se calcula que los adolescentes y adultos jóvenes pueden pasar horas realizando diversas tareas con auriculares con un volumen alto.
Los llamados gamers, por ejemplo, suelen pasar largos periodos inmersos en el videojuego mientras llevan los auriculares puestos sin hacer pausas.
El resultado de estos comportamientos tan comunes es preocupante, toda vez que la Organización Mundial de la Salud, OMS, advierte que más de 1.100 millones de jóvenes corren el riesgo de sufrir daños auditivos permanentes e irreversibles debido a una escucha poco saludable.
El 30 por ciento del segmento de edad está formado por adolescentes púberes, y los jóvenes (entre 10 y 24 años) pueden desarrollar trastornos auditivos debido a la exposición a ruido no ocupacional cuando alcancen la edad adulta.
Por eso, resulta fundamental ser consciente de que la exposición prolongada y excesiva a la música y sonidos fuertes puede acarrear consecuencias de por vida para la salud física y mental, la educación y las perspectivas laborales. Lo mismo puede decirse de las personas que trabajan en condiciones de mucho ruido, que deben llevar siempre protectores auditivos.
Lorena Romero, audióloga y coordinadora de calidad y formación de GAES, una marca de Amplifon, experta en salud auditiva, entrega recomendaciones a los adolescentes sobre cómo proteger la audición.
- Coloque límites al volumen de los dispositivos y al tiempo de uso. Al utilizar dispositivos de audio (auriculares, teléfonos, altavoces), se recomienda mantener su volumen a un máximo del 60 por ciento de su capacidad total.
- Lo anterior también está relacionado con la regla 60/60, que consiste en escuchar música o ver vídeos a no más del 60 por ciento del volumen máximo durante no más de 60 minutos seguidos antes de hacer una pausa.
- Utilizar auriculares con cancelación de ruido. Esta simple acción permite escuchar con claridad a niveles de volumen más bajos, incluso en entornos ruidosos, donde resulta tentador superar el ruido de fondo subiendo el volumen.
- Fomentar pausas regulares y exámenes auditivos, permitirán que los oídos descansen y se recuperen de la exposición al sonido. Los exámenes auditivos ayudan a detectar cualquier problema de audición de manera temprana, lo que facilita la intervención y el tratamiento adecuado.
- También es importante empezar a hacerse pruebas de audición tempranas, que ayudan a detectar a tiempo cualquier problema auditivo y facilitan la intervención y el tratamiento adecuado.
Con estas recomendaciones en mente, los adolescentes disfrutarán de sus dispositivos digitales de forma segura, al tiempo que protegen su audición a largo plazo.