Una sustancia líquida en su estado más puro es vital para quienes habitan el planeta Tierra. Es el agua y también conforma entre la mitad y los dos tercios del peso de una persona. Su consumo es recomendado ampliamente y cada vez puede ser más común que las personas sean consientes de qué tanto líquido toman al día.

Lo que también hay que tener en cuenta es que el agua puede contener bacterias, unas “buenas” y otras “malas”. Estas últimas generan afectaciones a la salud, que tratadas a tiempo pueden evitar mayor gravedad.

Las bacterias son microorganismos que conviven con los seres humanos en su ambiente, e incluso en grandes cantidades en el interior de su cuerpo (lo que llamamos flora microbiota). | Foto: Getty Images

Para empezar, es valioso tener en cuenta que las bacterias son microorganismos que conviven con los seres humanos en su ambiente, “e incluso en grandes cantidades en el interior de su cuerpo (lo que llamamos flora microbiota)”, señala Aconsa, el Laboratorio de microbiología en Barcelona.

En ese sentido, uniendo el agua con las bacterias, las más frecuentes, según el portal 20 minutos, son cinco.

1. Escherichia coli

Es llamada frecuentemente E. coli, y aunque se calcula que está en grandes cantidades en la microbiota intestinal de los seres vivos, puede ocasionar varias afectaciones.

“Náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, con cuadros clínicos graves, como infecciones del tracto urinario, bacteriemia y meningitis. En el caso de beber agua contaminada con esta bacteria, los síntomas suelen aparecer durante los ocho primeros días desde el consumo”, detallan.

Normalmente, está presente en aguas recreativas y en agua potable contaminada. Un ejemplo de ello podría ser que el suministro de agua potable esté contaminado porque se ha filtrado agua de lluvia que contiene excrementos de ganado.

2. Campylobacter jejuni

Se sabe que esta bacteria ha ocasionado una infección porque genera fiebre, diarrea, calambres y dolor abdominal. En casos menos comunes ocasiona artritis reactiva y meningitis. Tarda entre dos y cuatro días en manifestarse y normalmente se reproduce en ambientes donde hay animales como aves acuáticas.

La bacteria Campylobacter jejuni puede estar presente en espacios donde hay aves acuáticas. | Foto: Getty Images / swissmediavision

3. Shigella

Causa enfermedades intestinales, además de la disentería bacilar. Al comienzo, los síntomas son calambres abdominales, fiebre y diarrea acuosa, y tarda en manifestarse, entre dos y tres días. La fuente más usual de transmisión es el agua contaminada con materia fecal humana reciente.

4. Salmonella

Los indicios más usuales son escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, diarrea y dolor. También se manifiesta en gastroenteritis, bacteriemia o septicemia, fiebre tifoidea/fiebre entérica entre uno y tres días después de consumir los alimentos o el agua contaminados.

Normalmente, la salmonella llega al agua por descargas de aguas residuales, por el ganado y los animales salvajes.

Los desechos de los seres vivos del ecosistema pueden llevar bacterias al agua. | Foto: Nicolás Acevedo Ortiz

5. Legionella pneumophila

Finalmente, la Legionella pneumophila. Es de las más comunes y puede generar diferentes niveles de infecciones.

“Puede causar infecciones bacterianas leves como la fiebre de Pontiac o graves conocidas como enfermedad del legionario, una enfermedad neumónica que puede llegar a ser mortal. Algunos síntomas de la infección por legionarios son fiebre, dificultad para respirar, tos y dolores musculares”, señala el portal 20 minutos.

Aquí también señalan que las especies de Legionella no se transmiten, sino que son miembros de la microbiota natural de muchos ambientes de agua dulce, como ríos y embalses, donde se encuentran en cantidades relativamente bajas. Pero, y esto es muy clave, se reproducen en entornos creados por los humanos, las torres de enfriamiento y condensadores evaporativos, en los sistemas de distribución de agua caliente y spas que proporcionen temperaturas (25–50° C) y condiciones adecuadas para su proliferación.