Ejercitarse, para muchas personas en el mundo, es un hábito natural y lo realizan de manera sencilla, mientras que para otras, hacerlo requiere más esfuerzo, más fuerza de voluntad y determinación.

Ahora bien, independientemente de si se facilita o no, lo cierto es que las consecuencias de hacer ejercicio correctamente en el cuerpo y en la mente, son positivas.

Las frutas y verduras son energizantes naturales que ayudan al cuerpo a recuperarse de la energía liberada por el ejercicio. | Foto: Semana

De acuerdo con Mayo Clinic, “la actividad física regular puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia. El ejercicio suministra oxígeno y nutrientes a los tejidos y ayuda a que el sistema cardiovascular funcione de manera más eficiente. Y cuando tu salud cardíaca y pulmonar mejora, tienes más energía para hacer las tareas diarias”.

Asimismo, hacer ejercicio puede ayudar a bajar de peso, ya que la energía que emplea el cuerpo al moverse, ayuda a quemar grasa, y por ende, perder unos cuantos kilos. Sumado a que evita la obesidad, que trae consigo más enfermedades cardiovasculares y otras.

Según Medline Plus, el ejercicio ayuda a fortalecer el corazón y mejorar la circulación. Además, explican que “el aumento del flujo sanguíneo eleva los niveles de oxígeno en su cuerpo. Esto ayuda a bajar el riesgo de enfermedades del corazón como el colesterol alto, la enfermedad arterial coronaria y el ataque al corazón. El ejercicio regular también puede reducir la presión arterial y los niveles de triglicéridos”.

Dicho esto, ejercitarse es una excelente manera de levantarse de una depresión. Una enfermedad que ataca a la mente, causando una profunda tristeza, pérdida de ganas para vivir y realizar actividades cotidianas, así como extraordinarias.

El ejercicio físico ayuda a la salud mental. | Foto: Foto: Alex Reyes Coah

La depresión es una enfermedad común y grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida, tal como informa la Organización Panamericana de la Salud.

La pérdida de energía, los cambios alimenticios, la ansiedad, la reducción de la capacidad para concentrarse, la necesidad de dormir más o menos de lo habitual, indecisión, inquietud, nerviosismo, culpabilidad y los pensamientos de suicidio son algunas de las señales de la depresión.

Este año se reveló un preocupante aumento en las sensaciones de tristeza, preocupación y estrés, pasando del 25 % al 31 % en la última década, con un acentuado incremento a raíz de la pandemia, tal como registró un estudio del Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), realizado en más de un millón y medio de personas, de 113 países.

Burpees: se realiza en varios movimientos (nace de la unión de las flexiones de pecho, las sentadillas y los saltos verticales) y con él se trabaja el abdomen, la espalda, el pecho, los brazos y las piernas. | Foto: Getty Images

Sobre esto, la médica psiquiatra, Laura Villamil, manifiesta que hacer ejercicio puede ofrecer una solución efectiva para la salud mental, ya que tiene múltiples efectos positivos en la manera de percibirse a sí mismo.

Esto porque, según indica, “el ejercicio genera la liberación de endorfinas, que funcionan como potentes analgésicos naturales, y mejoran las sensaciones de malestar y dolor. Además, promueve la liberación de neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina y dopamina, sustancias que mejoran el ánimo de las personas. Asimismo, el ejercicio mejora la autoestima, generando beneficios físicos y promoviendo el desarrollo del autocontrol y la motivación”.

“El trote activa la irrigación sanguínea y estimula la corteza prefrontal, una parte del cerebro asociada con las funciones ejecutivas y el control del estado de ánimo, además, es un ejercicio accesible que no requiere un entrenamiento específico y puede prolongar la vida”, añade.

Es un tipo de ejercicio funcional muy completo, en el que se activan músculos de todo el cuerpo, de ahí su efectividad. Trabaja pecho, tríceps, deltoides, fortalece el 'core' y los estabilizadores de la espalda. | Foto: Getty Images

Por su parte, Juan Alberto Ríos, médico especializado en medicina del deporte de Smart Fit, manifiesta que para combatir la depresión resulta positivo el ejercicio cardiovascular, como correr, nadar o andar en bicicleta, o cualquier actividad que eleve la frecuencia cardíaca. También el yoga, que combina movimientos suaves, respiración profunda y meditación, calmando el sistema nervioso y relajando los músculos.