En Colombia, el asma es la enfermedad respiratoria crónica más relevante en términos de morbimortalidad después de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Y, según el Dane, las enfermedades respiratorias crónicas de las vías inferiores (entre ellas el asma) fueron la cuarta causa de mortalidad no fetal en 2021.
Las cifras del Ministerio de Salud y Protección Social van más allá e indican que en la actualidad uno de cada ocho colombianos sufre de esta enfermedad. Se estima además que 7 de cada 10 personas que viven con asma en nuestro país aún no tienen un tratamiento adecuado.
En el mundo el panorama no es mejor: el asma es una enfermedad que afecta a 262 millones de personas y los cálculos apuntan a que 416.000 murieron en 2019 por esta causa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el asma “es una de las principales enfermedades no transmisibles (ENT), que afecta a niños y adultos”. Cifras de este organismo señalan que, en 2019, 262 millones de personas la padecieron y que causó 461.000 muertes.
Se trata de una condición de salud que afecta seriamente a los pulmones. “Es una de las enfermedades de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla. El asma causa sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos durante la noche o temprano por la mañana”, explica Antonio Álvarez, neumólogo y pediatra.
Agrega el especialista que la enfermedad es causada por hinchazón (inflamación) de las vías respiratorias. “Cuando se presenta un ataque de asma, el recubrimiento de las vías respiratorias se inflama y los músculos que las rodean se tensionan. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas”, dice.
De acuerdo con Álvarez, cada caso de asma es diferente, pues los síntomas y desencadenantes varían de una persona a otra, pero se reconocen tres tipos: leve, moderada y grave. “Estos se diferencian por su frecuencia y gravedad. En una consulta al médico, este preguntará sobre síntomas como la tos, especialmente en la noche o al hacer ejercicio o reírse; la presencia de sibilancias, los antecedentes familiares de problemas respiratorios o resfriados que duran más de 10 días”.
También es importante conocer si las personas sufren o han sufrido de alergias y el grado en que estos síntomas afectan la vida diaria del paciente.
Día Mundial del Asma
Y este 2 de mayo, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Asma, las autoridades en salud ponen la lupa en esta enfermedad y se dedican a promover el buen uso de los inhaladores, la realización de actividades de la vida diaria sin limitaciones, la no asistencia a urgencias u hospitalizaciones por crisis asmáticas o evitar el uso de medicamento de rescate.
Para Minsalud, la recomendación principal ante esta enfermedad es consultar a los servicios de salud ante la sospecha o los síntomas del asma, para así mejorar la oportunidad en el diagnóstico, acceder al tratamiento adecuado y lograr el control del asma para así mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Un médico especialista puede practicar un examen de la respiración, llamado espirometría, para averiguar qué tan bien están funcionando los pulmones al evaluar la cantidad de aire que mueven, principalmente al exhalar.
Es que a menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando de esta manera una importante carga para los pacientes y sus familias, lo que puede limitar la actividad del paciente durante toda su vida. En Colombia, de los 5 millones de personas que podrían tener asma, únicamente se atienden 285 mil casos cada año.
Recomendaciones para el manejo del asma
Es importante identificar los síntomas, signos y antecedentes que pueden contribuir con la sospecha de un caso de asma. Entre ellos se destacan la tos frecuente sin presentar infecciones respiratorias, los silbidos en el pecho, la disnea (ahogo), la sensación de opresión en el pecho y la tos, especialmente en las noches o en las madrugadas.
Los síntomas pueden aparecer también con el esfuerzo físico, cambios bruscos de temperatura o exposición a desencadenantes, tales como polvos, fragancias, emociones fuertes o sustos, entre otros factores.
La presencia de antecedentes familiares y personales de alergias o hiperreactividad bronquial también pueden ser sugestivos para pensar en asma.
Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración.